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Un sector del PSOE encabezado por Susana Díaz advierte de la fuga de votos del 24M

Susana Díaz y Tomás Gómez, en una imagen de archivo.

Irene Castro

Primeras advertencias en el PSOE ante el resultado de las municipales y autonómicas en las que el partido ha obtenido sus peores resultados en número de votos, aunque conseguirá recuperar poder institucional si logra pactar con fuerzas de izquierdas. Si bien la dirección ha celebrado el recorte de la distancia que les separa del PP, algunos dirigentes han alertado de que la caída también ha sido de los socialistas. Una de las que ha alzado la voz ha sido Susana Díaz: “Yo espero que mi partido en España empiece a recuperar el electorado que en este momento permanece en otras fuerzas políticas”, sentenció la presidenta en funciones tras la reunión de la ejecutiva regional.

La secretaria general de la federación socialista más poderosa fue la primera en alzar la voz en esa línea tras los resultados en los que el PSOE ha perdido más de 700.000 votos respecto a las elecciones de 2011. “Hoy el PSOE tiene los resultados que tiene en España, al igual que el PP tiene los que tiene”, añadió Díaz, que presumió de los que obtuvo el PSOE-A: “A mí me alegra la victoria andaluza, que refleja que la dirección regional de este partido está recogiendo la confianza de la gente”.

El otro mensaje que Díaz lanzó a Ferraz fue sobre los pactos poselectorales, después de que Pedro Sánchez diera la consigna de “articular gobiernos de izquierdas”. La presidenta andaluza pidió “cautela” y “prudencia” a Ferraz en una clara advertencia sobre los pactos con Podemos. El número dos del partido, César Luena, fue el encargado de responder, recordando que quien manda es la dirección federal: “La libertad en el ejercicio de las responsabilidades es directamente proporcional a la lealtad que se debe a la dirección federal”, dijo Luena, que también aludió a que el PSOE tiene “un proyecto único”.

La dirección de Pedro Sánchez ve ahora en Podemos y las fuerzas emergentes una oportunidad para recuperar poder institucional pese a la bajada en número de votos. Para defenderse de esa caída, Ferraz ha puesto el énfasis en los dos puntos que ha remontado desde las europeas de hace un año y en el recorte en la distancia que les separaba del PP. No obstante, el batacazo ha sido de los conservadores, que han caído diez puntos. El PSOE se ha dejado dos respecto a 2011.

Varios dirigentes consultados por eldiario.es muestran su preocupación ante la pérdida generalizada de papeletas para el PSOE, salvo en Andalucía y Extremadura. La dirección federal justifica la caída en la existencia de un nuevo escenario político con la irrupción de nuevas formaciones potentes.

“En 2011, el mal resultado se atribuyó a Zapatero”

Tomás Gómez también ha aprovechado para recordar a su partido que ha tenido un mal resultado. En una entrevista en Radiocable, el exsecretario general del PSM ha instado a los socialistas a reflexionar: “El PSOE ha perdido muchos votos”, ha afirmado.

“No es que el PSOE se haya acercado al PP, es que el PP se ha acercado al PSOE por la línea baja y es algo sobre lo que deberíamos reflexionar y abordar para el futuro”, ha continuado antes de lanzar una advertencia a Pedro Sánchez: “Desde el ámbito de la tendencia en votos estoy preocupado porque el PSOE ha perdido un número importante de votos respecto a las elecciones de 2011, que fueron las peores de la historia del PSOE y se le atribuyó al presidente Zapatero en aquel momento”.

Los dirigentes socialistas también han alertado sobre los malos resultados obtenidos en las grandes ciudades. En los 62 municipios más poblados, el PSOE ha conseguido tan solo, de media, un 20,3% de los sufragios. La debacle ha sido especialmente significativa en Madrid y Barcelona, donde los socialistas se han visto superados con creces por las fuerzas emergentes de izquierdas. Pero tampoco son alternativa en Valencia y Zaragoza y en la mayoría de las capitales han perdido respaldo en favor de las coaliciones de izquierdas.

Ferraz ha afirmado haber “tomado nota” y se pondrá a trabajar en un plan para recuperar la fuga de votos en los núcleos urbanos.

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