Mas sostiene el pulso soberanista tras un año de desgaste electoral de CiU

El presidente catalán, Artur Mas, cumple el primer aniversario de las elecciones catalanas sin ceder en el pulso soberanista pese a la oposición del Gobierno y la caída de CiU en los sondeos, y afronta el año 2014 alentado por los leves indicios de mejora económica y los presupuestos pactados con ERC.

Hoy hace un año la militancia de CiU, reunida en el Hotel Majestic de Barcelona, observaba muda la pantalla en la que aparecía la cifra de 50 diputados para la federación, 12 menos que en la anterior legislatura, tras una tensa campaña electoral.

La decepción de aquella noche de noviembre sólo era equiparable a la intensidad con la que CiU había vivido una campaña electoral con mensajes épicos a favor del derecho a decidir y anfiteatros en los que sus simpatizantes clamaban por la independencia, todo ello con el aliento de unos sondeos que le daban mayoría absoluta.

Pero la campaña más soberanista de CiU no le dio los resultados deseados en las urnas y Mas, de la mano de una ERC al alza que desplazó al PSC del segundo puesto en el Parlament, decidió mantener su hoja de ruta de convocar una consulta de autodeterminación, reactivar la economía y preservar el Estado del bienestar.

Un año después, y a tenor del última encuesta del Centro de Estudios de Opinión (CEO) de la Generalitat, Mas no ha satisfecho las expectativas de los catalanes, que le dan, por primera vez, un suspenso (4,75) en las notas de valoración de los líderes políticos.

En cambio, el líder de ERC, Oriol Junqueras, es el más valorado por la ciudadanía y su formación se consolida en el sondeo como primera fuerza (37-39 escaños), por delante de CiU (34-36 escaños), que desde las elecciones no ha parado de bajar en las encuestas, mientras que el apoyo a la independencia se estabiliza en el 54,7 %.

Tanto el ejecutivo catalán como CiU achacan esta tendencia a la factura de gobernar, pero destacan que, en plena crisis económica, la mitad de los catalanes aprueban la gestión del Govern y mantienen que la consulta es “irreversible” por la presión ciudadana.

En este sentido, y según el acuerdo de legislatura de CiU y ERC, por ahora más estable de la que algunos pronosticaban hace un año, Mas se ha comprometido a tener antes de final de año el contenido de la pregunta de la consulta y su fecha de celebración para 2014.

Todo ello pese a que con el Gobierno español el diálogo en este asunto no da frutos ni parece que lo vaya a dar, menos aún tras las últimas advertencias del presidente Mariano Rajoy de que no permitirá que se “juegue con la soberanía” del Estado español.

Las llamadas al diálogo de ambos lados no han prosperado más allá de las intenciones y, excepto en contadas ocasiones, el conflicto institucional ha sido la tónica dominante entre la Generalitat y el Gobierno no sólo por la consulta, sino en otros ámbitos como la educación, inversiones, política exterior o el protocolo.

El reciente desmarque del PSC, que defendía una consulta pactada con el Gobierno, ha dejado en el tren soberanista a CiU, ERC, la CUP e ICV-EUiA, que deberán pactar la pregunta del referéndum y la vía legal para convocarlo, en un proceso de desenlace incierto porque no se vislumbra complicidad del Gobierno ni del PP y PSOE.

En el ámbito económico, los datos siguen siendo negativos, con el paro y la precariedad laboral, según el CEO, como principal problema (39%), pero el porcentaje baja frente al último sondeo (44,9 %).

Este cambio de tendencia, unido a algunos ligeros indicadores macroeconómicos que apuntan al optimismo dan un cierto margen de esperanza para 2014 a Artur Mas, quien cumple este aniversario en la India a la búsqueda de oportunidades para las empresas catalanas.Jordi Font Comas d'Argemir.