Varios grupos del Congreso piden a la ministra de Igualdad que dé marcha atrás en el nombramiento de la directora del Instituto de las Mujeres
Era el tema de fondo de la primera comparecencia en el Congreso de la ministra de Igualdad, Ana Redondo: el polémico nombramiento de Isabel García como directora del Instituto de las Mujeres por sus duros comentarios contra las personas trans, la ley trans e incluso personas de su propio partido. Durante sus comparecencias, la mayoría de los grupos han cuestionado la decisión y han pedido, incluso, a la ministra que cese a García.
La portavoz de Podemos, Ione Belarra, pedía “el cese inmediato” porque cada día que pasa “se valida el discurso de odio”. Maribel Vaquero, del PNV, aseguraba que el nombramiento “no es aceptable” y calificaba de insuficientes las disculpas que Isabel García publicó en la red social. Isabel Pozueta, de Bildu, aseguraba que García había mantenido “posiciones muy hostiles” con las personas trans: “Es un posicionamiento incoherente”. Pilar Calvo, de Junts, y Pilar Vallugera, de ERC, también hacían suyas las críticas de los colectivos e interpelaban a la ministra: “¿qué van a hacer?”. En cambio, la portavoz de Sumar en la comisión de Igualdad, Esther Gil de Reboleño, se limitaba a decir que el ministerio de Igualdad y el Instituto de las Mujeres tienen como objetivo “la defensa de la igualdad y de los derechos de todas las mujeres, sin excluir a ninguna”.
La ministra respondía a esta cuestión en los primeros minutos de su comparecencia final. “Cuando decidí el nombramiento de Isabel García me guié por su curriculum profesional en el ámbito público y privado, por su currículum político y vital. El currículum digital no pesa en mi ánimo. No puede ser un elemento esencial para un nombramiento”, defendía Redondo. Sin embargo, reconocía estar al tanto del efecto que ha generado su decisión: “Soy consciente del malestar”, terciaba. Pero se encargaba de destacar el propósito de enmienda de García: “Se disculpó. Hizo ese ejercicio de humildad”. Por último, pedía a los grupos políticos que dieran una oportunidad a la nueva directora y a ella misma como cabeza del Ministerio. “Yo no trabajo en individual, y este equipo está firmemente comprometido con el avance en derechos. Quien no lo esté, no tiene cabida en este grupo ministerial”, afirmaba, para acabar zanjando la cuestión con una especie de compromiso: “Si se produce cualquier ataque a las líneas rojas de este Ministerio, lo tendremos en cuenta”.
Lo cuenta Ana Requena.