El machismo reincidente de Miguel Ángel Rodríguez

El exportavoz del Gobierno Miguel Ángel Rodríguez insiste en llamar la atención con otra salida de tono. En esta ocasión, ha vuelto a generar rechazo por un comentario machista contra una líder política. Se trata de Inés Arrimadas, líder de Ciutadans, a la que tachaba como “insconciente” políticamente. Pero este intento de ataque ha despertado el machismo del ahora tertuliano, al referirse a ella como “físicamente atractiva como hembra joven”.

Arrimadas no ha tardado en responder a la andanada del expolítico del PP, como ya he hecho en otras ocasiones ante situaciones de este tipo.

El historial de Miguel Ángel Rodríguez con el machismo se puede resumir en la palabra reincidencia. En septiembre del pasado año, en Espejo Público, cargó de esta manera contra Rita Maestre. Según él, la portavoz del Ayuntamiento de Madrid había logrado ese cargo por ser la pareja de Íñigo Errejón. Un comentario que fue reprendido al instante por la presentadora del espacio, Susanna Griso, y el resto de colaboradores que estaban en ese momento en plató.

Machismo desde la Moncloa

Pero el machismo de Rodríguez se destapó hace casi 20 años. Y desde el mismísimo Palacio de la Moncloa. Fue cuando la Constitución cumplía 18 años. El entonces portavoz del Gobierno dijo tras el Consejo de Ministros que si la Carta Magna fuese niña “se vestiría de largo”.

Esto motivó la protesta de las diputadas de la oposición de entonces en el Congreso, que pidieron explicaciones al Gobierno. El que respondió fue el entonces vicepresidente Francisco Álvarez Cascos, que se metió en un lío por intentar defender a Rodríguez. Según Cascos, “las metáforas en relación con la exaltación de la figura de la mujer como síntesis de virtudes tiene 25 siglos de existencia”.

Todas las parlamentarias, salvo las del PP, se marcharon del hemiciclo y protestaron formalmente ante el presidente del mismo, Federico Trillo. Tanto Rodríguez como Cascos acabaron disculpándose por lo dicho, pero sin la rotundidad que se les exigió. El primero dijo que lo hacía “si en lo personal hiero a alguien”. El político asturiano pidió perdón y retiró sus palabras, pero no se desdijo de todo ya que aún debía tener algo de “dignidad y autoestima”.