Huelga y paros parciales de los monitores escolares para eliminar la “precariedad”

Manifestantes frente a la sede central de la Consejería

José Ascanio

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Las monitoras andaluzas han convocado una jornada de huelga “para decirle al Gobierno andaluz que cumpla con sus promesas”, explica Marina Vegas, Secretaria General de la Federación de Enseñanza de CCOO de Andalucía. Un total de 1.644 monitores escolares están contratados dentro de los colegios públicos de Andalucía, pero un 35% lo están a jornada parcial con “condiciones precarias dentro del empleo público”.

Los monitores son “aquellas personas que nos encontramos nada más entrar en los centros educativos y son las que hacen de primer puente con las familias”. Un total de 589 monitores están a jornada parcial y el 90% de los trabajadores son mujeres. “Esto no se puede permitir” ha añadido Vegas. May García, Delegada de Enseñanza de CCOO, ha afirmado que esta situación “ahonda en la brecha salarial y en las diferencias que tenemos entre hombres y mujeres en el empleo público”.

Esta manifestación, en la entrada del Edificio Torretriana, sede central de la Consejería de Educación, ha llegado después de los paros parciales que se han desarrollado en las escuelas públicas desde el pasado 1 de junio. Marina Vegas explica que “estos paros parciales han coincidido con la etapa de matriculación para visibilizar el trabajo que realizan las monitoras escolares”.

May García asegura que “el seguimiento de los paros parciales está siendo masivo porque más del 90% de los monitores han secundado la huelga”. Muchos trabajadores tienen contratos indefinidos no fijos que “también son contratos precarios” y, a través de esta manifestación, se pide una jornada completa, “no se pide un aumento de sueldo, se pide trabajar el tiempo necesario e imprescindible para otorgar una educación de calidad en todos los centros públicos”, sentencia García. Según datos obtenidos del registro de asistencia al puesto de trabajo por parte de los centros educativos, recogidos por la Consejería de Educación, han confirmado que un 3,5% de monitores han hecho huelga, 59 de los 1.663 monitores escolares.

El consejero recientemente fallecido, Javier Imbroda, se comprometió a seguir trabajando en la eliminación de las jornadas parciales de este colectivo. En Sevilla, según los datos que ha otorgado la Delegada de Enseñanza de CCOO son más de 100 trabajadores los que están en esta situación de precariedad laboral dentro del empleo público. Los monitores pasaron de tener 8 y 16 horas a 20 como mínimo. May García asegura que “no ha habido ningún movimiento por parte de la administración” y que “nos han dejado de lado, pero nosotros vamos a seguir luchando con este gobierno y con el que entre”.

May García lamenta que la convocatoria de la huelga se concedió para ejercerla frente a la sede, pero “la Policía los ha movido en un lateral”. Fuentes de la Delegación de Gobierno han explicado a este periódico que se les concedió en la convocatoria frente a la sede, pero que por las altas temperaturas, los manifestantes se desplazaron “voluntariamente” a un lateral donde había sombra.

Binomio Mujeres - Precariedad

Marina Vegas hace alusión a la precariedad de la mujer porque la mayoría de personas que han participado en la huelga eran mujeres. “No solo hablamos de la precariedad de este colectivo sino del mal funcionamiento de los centros educativos donde están estas personas con contratos a jornada parcial”.

Monitoras de los centros educativos de Sevilla como Esperanza Rivas y Rocío Pabón han comentado a este periódico que fueron despedidas en 2013 y denuncian que en junio ha salido una oferta de empleo que si no se modifica seguirá contratando a personas con jornadas parciales de 20 horas. Esperanza ha afirmado que “la mayoría de las mujeres que estamos en la huelga somos monitoras en pueblos” y que “tenemos compañeras que hacen 100 kilómetros diarios para poder trabajar”.

En Cádiz, la historia es similar, monitoras como Rocío Martín y Marisol Rodríguez, que llevan desde el 2007 trabajando en esta profesión, han denunciado que tienen que trabajar en dos colegios distintos y que “la carga de trabajo es alta; hay veces que tienes que ayudar en los comedores o en las bibliotecas” ha añadido Rocío. “Tenemos que buscarnos la vida con otros empleos, por ejemplo, de camarera”, ha sentenciado Marisol.

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