Los aceituneros españoles buscan salidas en el aceite de oliva acosados por los aranceles de Trump

Sin saber aún si los aranceles impuestos a la aceituna negra española por Estados Unidos serán definitivos -pendientes de un recurso ante los tribunales estadounidenses-, los productores se han puesto a pensar qué hacer con las aceitunas, sobre todo para encontrar mercados de referencia, y una posible solución pasaría por sacrificar parte de la producción de mesa, la señalada por estos aranceles, y plantearse elaborar más aceite de oliva virgen extra, en el que España es una referencia mundial.

A falta de ver si las opciones se traducen en hechos, la producción de más aceite de oliva y la búsqueda de mercados como el de Israel, que amplió recientemente la cuota de este producto exento de aranceles, son algunas de las alternativas para el sector aceitunero español para encontrar mercados alternativos al norteamericano.

Una opción, Israel

Y todo porque Israel amplió recientemente la cuota de aceite de oliva exento de aranceles con la supresión de tarifas para importar 1.700 toneladas de este producto, una medida que beneficia al sector aceitunero español. Y es que la aceituna negra es consecuencia de un proceso de trabajo hasta llegar al producto final, y si, desde el árbol, se le da otro uso, el nuevo mercado de referencia podría ser el del aceite.

Eso sí, todo está muy en el aire, porque el sector sigue confiando en que Estados Unidos recupere la cordura empresarial que entiende que ha perdido con los aranceles impuestos. Si no es así, la búsqueda de alternativas es inevitable.

José María Blasco, jefe de la Oficina Económica y Comercial de España en Tel Aviv, recuerda a Efe que “España es el principal exportador de aceite de oliva a Israel, con 14,5 millones de euros enviados en 2016”, unos números que hacen que el aceite español sea más que apreciado en las mesas israelíes.

No obstante, el secretario de la Asociación Española de Exportadores e Industriales de Aceituna de Mesa (Asemesa), es prudente todavía. Según detalle, enviar la aceituna a molino para que tenga otro uso “evidentemente, es una de las salidas para la aceituna que se va a quedar en el árbol ante la menor demanda”, indicando que, ante los fuertes aranceles implantados, “las empresas van a intentar mantener la facturación intentando compensar con otros mercados, pero eso será a largo plazo y no compensará totalmente”.

Por ello, ha entendido que “habrá menor demanda de compra al agricultor y éste podría tener que enviar a molino parte de su producción si no tiene comprador, lógicamente”.

De hecho, que el aceite sea una alternativa a la aceituna negra es una posibilidad igual que la planteada en relación a aumentar la producción de aceituna de mesa verde. Todo ello, será estudiado en profundidad.

Competencia con otros países

El camino no será fácil, pero los exportadores españoles parecen acostumbrados a los retos difíciles. Para aumentar la presencia de aceite español en Israel hay que pelear con países como son Turquía, Jordania y Túnez, aunque con cifras bastante inferiores a las españolas. En el lado positivo está que Israel se plantea ampliar la supresión de aranceles para el aceite de oliva a la cantidad de 2.000 toneladas para 2020.

Actualmente, los aranceles suponen un tercio del precio final del aceite en Israel, y la mayoría de las importaciones españolas se comercializan tanto embotelladas como a granel.

Varias empresas israelíes dedicadas al comercio de aceite de oliva como Saba Habib, Super-Sol, Rami Levy, Shemen Industries o Eliad han recibido asignaciones libres de impuestos este año, y representan el 90 % del aceite comercializado por minoristas.

Una campaña mejor de lo esperado

A la hora de buscar nuevos mercados, el aceite de oliva español cuenta con varios avales, incluso una vez que ha terminado una campaña que no contó con demasiada lluvia, pero que arrojó más de 950.000 toneladas de producto, mejor de lo esperado.

Y es que Andalucía ha producido 3 de cada 4 litros de aceite en España, y en 2017 batió un nuevo récord de exportaciones, por valor de más de 3.400 millones de euros.

Para ayudar a incentivar la producción, la Junta de Andalucía ha puesto a disposición del sector más del 80 % de los 300 millones de euros de ayudas con los que cuenta el olivar dentro del Programa de Desarrollo Rural (PDR) de Andalucía.