Libres con la palabra: presos de Sevilla comparten emociones en un libro de vivencias y “segundas oportunidades”

Cedida

Javier Ramajo

15 de enero de 2025 06:01 h

0

Un desahogo, una forma de expresarse, unas palabras que sustituyen el deseo de una segunda oportunidad, un alivio para quien cometió un error, una “equivocación puntual”. “Señalados” por la sociedad que reclaman su sitio, arrepentidos que saben que “el fracaso es parte de la vida” pero que “si no fracasas no aprendes y, si no aprendes, no cambias” (Abraham Clemente). “Mis días en prisión transcurrían como quien pasa las hojas en blanco de un bloc de notas vacío, siempre igual, siempre lo mismo” (Ulgar Arroyo).

El Hogar Virgen de los Reyes de Sevilla ha acogido este martes la presentación de 'Equipaje para la libertad', un libro que recoge relatos escritos por personas privadas de libertad en distintos centros penitenciarios. La iniciativa, liderada por la Asociación Zaqueo en colaboración con el Ayuntamiento de Sevilla, tratar de visibilizar el poder de la escritura como herramienta de expresión, reflexión y transformación personal desde dentro de los muros de una cárcel, “un lugar para no entrar, y los que ya hemos estado, no volver a entrar más” (Antonio C.S.).

El acto ha sido presentado por el octavo teniente de alcalde de Sevilla, José Luis García, y el presidente de Zaqueo, Francisco Yoldi, y ha contado con la participación representantes de instituciones penitenciarias en los centros de Sevilla. Pero hoy los protagonistas han sido ellos, los internos, las personas que privadas de libertad han querido expresar sus sentimientos y compartir sus experiencias desde la prisión para ser conocidos “más allá de lo que muestra el cine o la televisión”, y ayudarse a sí mismos a “la reconstrucción de sus vidas”. “Un viaje a través de las palabras, una ventana hacia la mente y el corazón de aquellos que han encontrado en la escritura su forma de liberación”, según destaca Amparo Morillo, psicóloga en Zaqueo y creadora de esta “bendita locura” según se ha resaltado en el acto.

El “grito mudo de quienes no tienen voz”

La descripción del primer día entre rejas, unas estrofas dedicadas a una madre (“la dueña de mi alma”) o las relaciones con los funcionarios de prisiones son algunos de los ejemplos de esta recopilación que sirve “puente hacia la comprensión y el reconocimiento de la humanidad que reside en cada historia compartida” y que trata de “superar los estereotipos”, como han coincidido alguno de los participantes en la presentación de este certamen literario de relatos penitenciarios.

Con una audiencia joven en su mayoría, compuesta por estudiantes de Trabajo Social, los propios internos han dado lectura a alguno de sus relatos donde comparten sus vivencias y reflexiones personales. Personas como Abraham, quien aprendió a “viajar” entre los libros de la biblioteca de la prisión, esos que “no te señalan” por “un error” sino que te enseñan el mundo a través de sus páginas, según ha expresado. O Pablo, cuyo dibujo ha servido para ilustrar la portada del libro, con unas manos piadosas que sirven de “grito mudo de quienes no tienen voz” y que quieren “una vida que aún puede ser redimida”.

“Una vida, un viaje. Como todo viaje, se empieza, pero también se acaba”, como escribió M.D.M. “Atrapados en esta materia oscura de hormigón, sobreviven seres extraordinarios con sus capacidades y simplezas particulares. Aunque si te sentaras en un rincón del patio a observarlos, podrías pasar horas sin notar su presencia, igual que una vieja papelera desconchada en una esquina olvidada”, relató Moisés Muñoz en otro de los pasajes del libro, cuyos autores han protagonizado también conversaciones informales, ofreciendo una perspectiva cercana y humana sobre el impacto de la escritura en su proceso de reintegración social.

Etiquetas
stats