Egipto promete más puestos de trabajo después del naufragio de emigrantes

El presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, pidió hoy a los ciudadanos cooperar con las instituciones para hacer frente a la emigración ilegal y prometió a los jóvenes crear más puestos de trabajo, según la agencia de noticias oficial, MENA.

Después del naufragio la semana pasada de un barco con cientos de emigrantes a bordo, muchos de ellos menores de edad, el mandatario se dirigió a los jóvenes durante un discurso público y les preguntó por qué quieren abandonar el país.

“No hay trabajo en nuestro país”, admitió Al Sisi, pero prometió que las autoridades están “solucionando los problemas” relativos al desempleo.

En la inauguración de un complejo de viviendas de protección oficial en la provincia mediterránea de Alejandría, Al Sisi destacó que se creará una gran piscifactoría en la zona de donde salió el barco naufragado, pero que la aplicación y los resultados de este proyecto “necesitan tiempo”.

Actualmente la tasa de desempleo en Egipto se sitúa por encima del diez por ciento, según datos oficiales, pero este porcentaje es muy superior en la realidad y los jóvenes, que representan cerca de la mitad de la población, se ven muy afectados por la falta de oportunidades.

Por otra parte, Al Sisi dijo que “no hay ninguna justificación o excusa” para la muerte de 168 personas en el hundimiento del barco y añadió que a este fenómeno hay que “hacerle frente con toda la fuerza”.

Al mismo tiempo, el exmariscal destacó que los accesos a Egipto por tierra y por mar alcanzan unos 5.000 kilómetros y no pueden estar absolutamente bajo control, por lo que pidió a la sociedad que coopere con los órganos del Estado.

Ayer, el Gobierno egipcio prometió intensificar la vigilancia en los puertos y las costas mediterráneas del país para poner fin a la emigración ilegal, “un crimen organizado”, en palabras del primer ministro, Sherif Ismail.

La embarcación naufragada partió con entre 400 y 600 emigrantes a bordo de un punto entre las localidades egipcias de Rashid y Baltím, un área poco poblada desde la que suelen salir barcos que trasladan ilegalmente a los emigrantes, la mayoría con rumbo a las costas italianas.