Vocal de SIF: Un accidente del metro era previsible pero no de esa dimensión

El vocal del Sindicato Independiente Ferroviario (SIF) en el comité de seguridad de Ferrocarrils de la Generalitat (FGV) Javier Golf ha asegurado que un accidente en el metro de Valencia era previsible pero que en la vida se hubiera imaginado un siniestro de las dimensiones del ocurrido en 2006.

Golf ha comparecido hoy durante más de dos horas en la comisión de investigación de Les Corts Valencianes sobre el accidente de Metrovalencia de julio de 2006 en el que murieron 43 personas y otras 47 resultaron heridas para responder a las preguntas de los grupos parlamentarios.

Maquinista de FGV desde los 18 años, Golf fue el único que pidió, en noviembre de 2005, la colocación de una baliza anterior a la curva del accidente, entre otros puntos, así como la implantación de un sistema de frenado ATP en el tramo subterráneo de la Línea 1.

“Si digo que pongan balizas para proteger la curva es porque creo que puede haber un accidente”, ha asegurado Golf, pero ha insistido en que aunque le hubieran puesto “en un potro de tortura” nunca hubiera dicho que un accidente de las consecuencias de este podía producirse.

Ha afirmado que aunque cuando hizo esta propuesta de mejora de seguridad pensaba en “un accidente menor”, el sistema propuesto hubiera evitado el accidente ocurrido pues hubiera impedido que el tren entrara en la curva a la velocidad que lo hizo y, por tanto, que descarrilara.

Golf atribuye el accidente a la elevada velocidad que llevaba el tren y está seguro de que el maquinista no estaba a los mandos del convoy “por lo que sea”, por un desmayo o porque estuviera dormido, y ha considerado normal que los cristales de la ventanas se rompieran en ese siniestro.

Considera que la tendencia a reducir el peso de los trenes pudo contribuir a su vuelco, y se ha mostrado partidario de que los convoyes sean pesados, pero ha destacado que hay gente que tiene más criterio y conocimientos que él, y ha indicado que la tendencia actual “es a hacerlos ligeros” para reducir el consumo energético.

Este maquinista no cree que el accidente se debiera a “una falta de formación” de los maquinistas ni se siente responsable del mismo, pero sí se siente “muy dolido” y con “un disgusto muy grande” pues, a su juicio, “FGV ha fallado”.

Ha dicho tener la sensación de que como los maquinistas en esa época eran “unos folloneros” y estaban siempre de “huelga”, la empresa respondía diciendo “ahí pongo a otro y lo hace igual que tú”, y piensa que con el incremento de la tecnología aumentaba también la sensación de que la formación no era tan importante.