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Un bombero riojano acude al trabajo con su bebé porque no respetan su permiso de lactancia

Andrés Bretón con su hijo Martín en el parque de Bomberos

Laura Olave / Rioja2

Logroño —

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Andrés Bretón es un bombero riojano que trabaja en el parque de Arnedo, municipio a unos 50 kilómetros de Logroño que es la ciudad en la que vive. Bretón está disfrutando del permiso de lactancia tras el nacimiento de su hijo Martín de cinco meses. “Un permiso del que pueden disfrutar los padres y las madres de distintas formas, yo elegí salir una hora antes del trabajo para facilitar la vuelta de mi mujer al mercado laboral”. La semana pasada, Bretón trabajaba en el turno de noche, desde las 00.00 hasta las 8:00 de la mañana. Cada día salía del parque de bomberos a las 7:00 de la mañana para poder llegar a tiempo a Logroño y cuidar de Martín mientras su mujer trabajaba de mañana. “La noche del miércoles al jueves, a la una de la madrugada”, relata este bombero a Rioja2, “el gerente del CEIS Rioja me notifica, por resolución, que debo prolongar la jornada desde las 8:00 de la mañana hasta las 16:00 horas por necesidades del servicio”.

Unas necesidades, explica Bretón que podrían haberse resuelto de otra manera porque “ya que la baja que debía suplir era efectiva desde el 26 de diciembre”. Sin tiempo para organizarse, ni planificarse, Bretón le comunica al gerente, hasta en seis ocasiones, que para poder cumplir con la resolución, acudiría a su puesto de trabajo con su bebé porque “las resoluciones hay que cumplirlas”. De esta forma, a las 7 de la mañana, Bretón salió del parque de bomberos de Arnedo y viajó hasta Logroño para recoger a Martín y regresar al parque de bomberos. “Hasta en seis ocasiones le dije que me presentaría con mi hijo en el parque porque no tenía otra opción, no tenía a nadie con quien dejar a Martín, toda nuestra red de apoyo estaba trabajando”. Y así fue como este bombero acudió a su puesto de trabajo en Arnedo con su bebé de 5 meses. “Cuando me presenté con Martín en el parque de bomberos, el cabo de turno llamó al sargento de guardia para comunicarle la situación y el sargento de guardia a su vez al gerente que enseguida llamó para que abandonara el servicio”.

La necesidad de Bretón de acudir a su puesto de trabajo con su bebé de cinco meses tras no respetar su permiso de lactancia es una muestra más de la situación tan enquistada que se está viviendo en los parques de bomberos de La Rioja. “Las resoluciones son fórmulas que deberían ser extraordinarias y se están volviendo cada vez más habituales con el único objetivo de paliar la falta de efectivos”. Unas resoluciones, cuenta Bretón, “que a veces incluso son ilegales porque tenemos que doblar turnos y no se respetan las doce horas obligatorias de descanso. Hay compañeros que deben trabajar de ocho de la mañana hasta las doce de la noche y volver a estar operativos a las 8 de la mañana del día siguiente”. 

El problema, la falta de efectivos 

El origen de todas estas desavenencias radica en la falta de efectivos. El CEIS Rioja engloba a los parques de bomberos de Nájera, Haro, Calahorra y Arnedo y en cada uno de ellos trabajan 18 profesionales, entre bomberos y cabos, con turnos en los que trabajan tres efectivos, “un número insuficiente” para la Junta de Personal del CEIS Rioja. Por esta razón, el aumento de profesionales ha sido una vieja reivindicación del colectivo que se vio atendida en el año 2022. “El Gobierno de La Rioja de entonces acordó incrementar la plantilla hasta los 24 bomberos, turnos de 4 bomberos y nuevos calendarios para mejorar este servicio público”.

Sin embargo, “el Ejecutivo actual ha decidido cesar al anterior gerente y nombrar al actual que ha echado por tierra el acuerdo firmado en 2022”, explica Bretón. Gerente al que incluso han denunciado por acosar a la plantilla desde que comenzó el conflicto entre la dirección y los trabajadores.

“Se nos pretende imponer un sistema de guardias localizadas en nuestros días de libranza, guardias pensadas y diseñadas exclusivamente para reforzar y garantizar la estructura existente en torno a las horas extraordinarias. Estas guardias no suponen ni una mejora efectiva del servicio ni una mejora en los tiempos de respuesta como quieren hacer creer a los ciudadanos, la mejora en los tiempos de respuesta se consigue con personal presencial en los parques de bomberos y no con trabajadores en su casa pendientes de una llamada de teléfono”, denuncia la Junta de Personal del CEIS Rioja. De hecho Bretón asegura que la mayoría de los compañeros “preferimos disfrutar con tiempo las horas extraordinarias que nos obligan a realizar en vez de cobrarlas”. 

Y, por lo que parece, la solución a este conflicto no está cerca, “nunca, en más de 25 años de historia del CEIS Rioja, se había estado tan lejos de alcanzar un acuerdo entre los trabajadores y la Dirección”. El pasado mes de diciembre el Ejecutivo regional movió ficha y aprobó en Consejo de Gobierno el Plan Anual de Actuaciones del Consorcio para el Servicio de Extinción de Incendios, Salvamento y Protección Civil de La Rioja (CEIS Rioja) para este año 2024, plan que prevé un incremento de la plantilla con cuatro nuevas plazas de bomberos-conductor y cubrirá de manera definitiva dos vacantes existentes para bombero-conductor mediante concurso-oposición. Además, la previsión es incrementar la plantilla a lo largo de este ejercicio hasta los 87 trabajadores, con 13 efectivos en cada parque, lejos de los 24 aprobados en 2022. Incremento insuficiente para la Junta de Personal del CEIS, “porque no garantiza un mínimo de cuatro bomberos por parque y turno, efectivos con los que sí se aporta la seguridad necesaria en las intervenciones tanto para el ciudadano como para los propios bomberos”. 

Este domingo 21 de enero finalizaba el turno de trabajo de Andrés Bretón en Arnedo. Por delante, una semana de descanso laboral en la que también tratará de encajar el revuelo que ha suscitado su decisión. “Ha sido difícil, pero me he sentido muy arropado por mis compañeros”. A su vuelta, no espera represalias. Vendrá entonces un nuevo turno de trabajo en un parque con dos compañeros de baja y nuevos horarios que le permitan seguir cuidando de su hijo Martín de 5 meses mientras su mujer también trabaja.

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