Una enfermera del Vall d'Hebron: Luchar contra la COVID era como correr delante de un tren

La directora de Enfermería del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, Maria Àngels Barba, tiene una descripción muy clara de la sensación que ha vivido durante días en su puesto de trabajo luchando contra el coronavirus: “Era como correr delante de un tren a punto de arrollarte”.

En una entrevista concedida a Efe, la jefa de las enfermeras del hospital más grande de Cataluña ha asegurado que la respuesta del personal ha sido “muy buena” y que la adaptación a los cambios organizativos, “muy rápida”.

De hecho, unas 300 enfermeras y enfermeros del hospital y también nuevos contratados han recibido formación para trabajar en áreas de enfermos críticos y hospitalización y que, con anterioridad a la crisis sanitaria, desarrollaban su labor en consultas externas y quirófanos.

Unos 50 alumnos de cuarto del Grado de Enfermería han sido contratados por Vall d'Hebron para ocuparse de los enfermos menos graves que están en el pabellón polideportivo que sirve como una extensión del hospital, bajo la supervisión de médicos y enfermeras del centro, ha explicado.

La crisis de la COVID-19 ha sido un 'shock' que ha obligado a 'resetear' la organización y la dedicación de los profesionales de prácticamente todos los hospitales, para poder hacer frente a la gran cantidad de enfermos graves que han llegado a los centros sanitarios.

En Vall d'Hebron, que cuenta con una de las UCI más grandes de España, se ha ampliado esta unidad hasta las casi 190 camas, con la transformación de espacios que antes tenían otras utilidades y sistemas de trabajo.

“Nos ha venido muy bien empezar a trabajar el plan de contingencia del hospital en cuanto vimos que en Italia los casos se multiplicaban rápidamente”, ha explicado Barba.

A finales de febrero y principios de marzo, este gran hospital ya empezó a organizarse, teniendo como base de trabajo un plan que se había elaborado con motivo de los atentados terroristas de agosto de 2017 que se sufrieron en Barcelona.

“Después vino la etapa en que se llenaba una planta entera del hospital con 28 camas rápidamente de enfermos de COVID-19 en casi un solo día”, ha narrado.

Los profesionales sanitarios iban transformando las plantas de hospitalización para atender sólo y exclusivamente a enfermos de coronavirus, “que se llenaban con rapidez mientras veíamos que aumentaban los críticos”, lo que supuso una gran presión para los equipos.

“Luchar contra la COVID era sentir como correr delante de un tren y no podíamos permitirnos que nos pillara”, ha descrito la jefa de Enfermería, que ha asegurado que no se ha llegado “a un bloqueo del hospital”.

Por lo que se refiere a otras áreas y especialidades del hospital, como cardiología o neurocirugía, lo que se ha hecho en enfermería de Vall d'Hebron concretamente es crear lo que han dado en denominar “equipos mirall (espejo)”, y es que un grupo de enfermeras se quedaba en casa, evitando que enfermaran, y otro grupo trabajaba en la lucha contra el coronavirus.

Esta medida “es muy importante” porque permite que la actividad quirúrgica “que no puede esperar o la que se haga a partir de ahora pueda retomarse con las máximas garantías de profesionales adecuados”, ha considerado.

Barba ha admitido que “hemos padecido” durante el primer mes de la crisis por la llegada de material de protección para los profesionales sanitarios, lo que ha causado “tensión”, que se ha añadido a las duras situaciones que han vivido y viven, no sólo por el ritmo de trabajo, sino a nivel mental.

Por Divina Beas