Expertos critican la falta de campañas y pedagogía contra los bulos sobre la vacuna

Madrid, 26 ene (EFE).- Expertos han criticado este martes la falta de “pedagogía” y “compromiso” por parte de Sanidad y de los gobiernos de las comunidades autónomas para desmentir bulos y mentiras que circulan por la red sobre la vacuna contra la COVID-19 y su seguridad y que generan dudas, alarma y corrientes reacias a un medicamento esencial en la lucha contra la pandemia.

Que producen infertilidad, alteraciones cromosómicas, enfermedades autoinmunes o que unas generan efectos secundarios perniciosos son algunas de las cuestiones que han desmentido expertos como el catedrático Microbiología de la Universidad Complutense de Madrid, César Nombela Cano; el coordinador de la plataforma Salud sin Bulos, Carlos Mateos; o la divulgadora científica y sanitaria, Marián García.

Lo han hecho en el coloquio “Desmitificando bulos de la vacuna contra el COVID-19”, organizado por el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, en el que han apelado a la necesidad de que las autoridades sanitarias, medios de comunicación y profesionales trasladen a los ciudadanos mensajes “claros, nítidos y científicos” sobre las vacunas contra el coronavirus.

Los ponentes han distinguido el movimiento antivacunas de los ciudadanos indecisos, ya que estos últimos solo lo son con las vacunas contra el coronavirus por la rapidez con la que han sido fabricadas y frente a “recelos y dudas” que no han sido respondidas con claridad.

Han sostenido en la propagación y asunción de bulos predomina el perfil de ciudadanos con un alto nivel educativo y acceso a las redes sociales, frente a los de un estrato social con menos recursos, y han achacado el éxito de algunas mentiras a la guerra de mensajes cruzados sobre la vacuna que llevan a los ciudadanos a “apuntarse a una idea o la contraria”.

En este sentido, García ha opinado que falta “pedagogía a un nivel enorme”, principalmente por parte de las administraciones públicas, para poner en marcha campañas de información en medios públicos y ha lamentado que no se haga bajo el pretexto de las dificultades que conlleva, pero que sí se destine tiempo y esfuerzo a la difusión de propaganda electoral.

Ha considerado que el sensacionalismo y “el titular antivacunas” siempre “han copado el click” en Internet, cuestión que ha llevado a estas tendencias reticentes contra las vacunas, principalmente en los primeros meses de su proceso de fabricación, aunque ha apuntado que dicha tendencia ha ido disminuyendo.

Nombela ha destacado que “las vacunas han salvado más vidas que cualquier otra cosa en la historia de la humanidad”, ha indicado que los efectos de la vacuna contra la COVID-19 conocidos hasta ahora son leves y ha recordado, frente a alarmismos, que “en este mundo no existe el riesgo cero”, ya que cualquier medicamento, desde una pastilla, puede provocar reacciones.

Ha justificado, además, la seguridad de las vacunas contra la COVID-19, dado que ya existe un número elevado de vacunados en el mundo que lo avala, y ha insistido en que “siempre es mejor vacunarse” porque existe un mayor riesgo para salud al contraer la enfermedad, que puede conllevar graves secuelas.

Entre otras cuestiones, ha negado extremos como que las vacunas produzcan reacciones o enfermedades autoinmunes por basarse en el ácido ribonucleico (ARN) o inocular ínfimas cantidades del coronavirus, algo que no tiene “ninguna razón lógica ni científica”, ha remarcado.

Por su parte, Mateos ha llamado a la reflexión por el hecho de que no existan “antivacunas” en los países en vías de desarrollo y sí en los desarrollados, en los cuales el Estado de bienestar se ha sustentado en las vacunas y los ciudadanos poseen un mayor grado de información y conocimiento.