García Page acude a entregar un premio a una mujer con el velo completo en la universidad de Castilla La Mancha

A la izquierda, el presidente de Castilla La Mancha, Emiliano García Page, aplaude mientras su cara revela incomodidad. A la derecha, el príncipe saudí Abdulaziz Bin Abdullah Bin Abdulaziz, con la vestimenta tradicional, también parece aplaudir. En medio, la causa de la incomodidad de García Page: una mujer, embutida en un niqab que apenas deja intuir unas gafas, sostiene el galardón que acaba de recibir y por el que es aplaudida. Toda la escena tiene lugar en el campus de Toledo de la Universidad de Castilla La Mancha.

De la mujer —que recogió un premio— no ha trascendido nada. Ni nombre, ni filia, según informó la Tribuna de Toledo, que cubrió el acto. Era la única mujer en un grupo de 15 galardonados, entre ellos la Escuela de Traductores de la UCLM, motivo por el que Page acudió al acto. Quedan entregados los premios internacionales Rey Abdullah Bin Abdulaziz de Traducción.

Publicarse la foto y montarse el revuelo fue todo uno. Desde presidencia de la Junta de Castilla la Mancha lamentan todo el ruido que se ha organizado y se defienden alegando que se encontraron la situación una vez allí sin capacidad de reacción. Un portavoz ha explicado a este periódico que el presidente regional ni concedió los premios, ni presidió el acto ni lo organizó y desliza que se está exagerando la responsabilidad del presidente.

“Asistimos por una sencilla razón: porque se premiaba a la Escuela de Traductores y otras 14 personas más, todas extranjeras. No teníamos el gusto de conocerlas, ni sabíamos cómo iba a ir vestidas. Nos lo encontramos allí así. Nadie nos dijo ni quien era esta señora ni cómo iba a ir”, explica una y otra vez. ¿Habrían acudido de haberlo sabido? “No lo sabemos”, fue la escueta respuesta.

Cierto es que en la foto se ve a Page incómodo. Igual de cierto es que aguantó el tirón y después elogió al príncipe. E igual de cierto es que en el vídeo que ha difundido la Junta del acto, en el que se ve a varios de los premiados, no aparece la mujer con el niqab por ninguna parte.

Durante su discurso, el presidente regional se mostró agradecido con el príncipe presente y con la Casa Real Saudí, que concede los premios cada año en una ciudad del mundo, y decidió llevarlos en esta edición a Toledo. “España no se entendería sin la presencia árabe (...). Están en su casa, es un honor que hoy estén aquí, pues para quererse, primero hay que conocerse”, afirmó. El rector de la universidad, Miguel Ángel Collado, anfitrión del acto, añadió que la diversidad cultural “es seña de nuestro siglo”. Uno y otro hablaban a un príncipe salafista, la rama más conservadora del Islam, y representante de un país donde se violan sistemáticamente los derechos humanos. El príncipe replicó que estos premios son “una manera más de fomentar el diálogo frente al extremismo y la intolerancia”.

El acto le costó a Page críticas en varios niveles. En el político de Podemos, entre otros. El diputado de la formación morada David Llorente afirmó que le “avergüenza” que el presidente se retratara con “uno de los regímenes más brutales y machistas del mundo”. Para la Junta los adversarios de Page están realizando un “uso político de la imagen”. En el social, a través de la indignación de muchos usuarios de Twitter. En el civil, organizaciones como ATU Spain señalaron que “el niqab no tiene cabida en la universidad pública”.