El padre de la niña paquistaní herida califica de “milagro” su recuperación

El padre de la niña paquistaní herida por los talibanes, Ziauddin Yousufani, calificó hoy de “milagro” la recuperación de su hija en un hospital de Birmingham (centro de Inglaterra).

El padre de la joven activista Malala Yousafzai, atacada el pasado 9 de octubre por los talibanes en Pakistán por defender la educación femenina, la visitó, junto con otros familiares, en el hospital británico donde está siendo tratada, el Queen Elizabeth Hospital de Birmingham, según informan hoy los medios británicos.

En un encuentro con los medios para informar del estado de Malala, Yousafzai agradeció a los doctores los cuidados médicos prestados a su hija, que se recupera de las heridas “a una velocidad alentadora gracias al tratamiento adecuado, en el lugar adecuado, en el momento adecuado”.

El padre también tuvo palabras de agradecimiento para los Gobiernos paquistaní y británico por “su ayuda y apoyo”.

“Anoche cuando la vimos teníamos lágrimas en los ojos de felicidad. Lloramos todos un poquito”, dijo el padre al recordar el momento en que visitó a su hija.

Yousafzai, acompañado del hermano de 12 años de Malala, Khushal Khan, reveló que tras el ataque a su hija y debido a la gravedad de su estado le habían recomendado que empezara a hacer preparativos para su funeral.

Malala llegó al Reino Unido el pasado día 15 pasada para someterse a un tratamiento en el hospital Queen Elizabeth de Birmingham, en el centro de Inglaterra, donde permanece ingresada.

Según la BBC, de momento se desconoce cuánto tiempo permanecerán los familiares de Malala en este país o si tienen intención de pedir asilo por las amenazas de los talibanes.

Fuentes del hospital han indicado que la niña, que recibió un balazo en la cabeza en el ataque de los talibanes, está respondiendo bien a los tratamientos y necesitará un tiempo para recuperarse.

La joven paquistaní recibió el año pasado el Premio Nacional de la Paz por su defensa de los derechos humanos frente a los ataques de los integristas talibanes que dominaron el valle del Swat hasta una ofensiva militar de 2009.