La presidenta del CSIC: Es el momento de equiparar la Ciencia a la Seguridad

Madrid, 29 jun (EFE).- La presidenta del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Rosa Menéndez, ha aseverado hoy que ha llegado el momento de equiparar la importancia social y política de la ciencia con la de la seguridad o la defensa y ha reivindicado un compromiso político “estable”.

“La ciencia no puede progresar a golpes de bonanza económica o de recursos sobrevenidos, sino sobre la base de un compromiso estable, superior al cuatrienio de una legislatura, ha manifestado la presidenta del CSIC, y ha advertido que las interrupciones o la falta de recursos se pueden volver ”irreversibles“ y que la pandemia ha evidenciado que ”no se trata solo de poder reaccionar, sino de prevenir y estar preparados ante amenazas futuras“.

Rosa Menéndez ha hecho estas reflexiones en la Comisión de Ciencia, Innovación y Universidades del Senado, donde ha comparecido para explicar la integración de los organismos públicos de investigación en el CSIC y ha repasado los esfuerzos que los investigadores han realizado durante los últimos meses para combatir y derrotar al coronavirus.

La presidenta del mayor organismo público de investigación (el CSIC cuenta con 14.000 personas y 123 centros e institutos de investigación en todas las comunidades autónomas) ha subrayado cómo la pandemia ha obligado a dirigir la mirada hacia la ciencia para entender lo que estaba pasando y combatir un agente biológico con una capacidad de evolución “vertiginosa” y con consecuencias “imprevisibles”.

El CSIC, ha recordado su presidenta, articuló en menos de una semana la Plataforma de Salud Global con 300 grupos de investigación para analizar todos los aspectos de la pandemia (origen, prevención, medidas de contención, impacto social o comunicación y educación).

Y ha destacado que España ocupa el segundo lugar de Europa (por detrás del Reino Unido) en aportación al seguimiento de las variantes del virus, o que las medidas de seguridad que definieron los científicos han permitido mantener abiertos los centros educativos mientras que en otros países las clases presenciales se suspendían.

Menéndez ha subrayado la “agilidad” con que se canalizaron fondos públicos y privados para activar más de cien proyectos de investigación, entre ellos varios orientados al desarrollo de vacunas o terapias basadas en anticuerpos. “Se ha sabido y querido ver en la ciencia el instrumento eficaz con el que combatir el sufrimiento y el desánimo”, ha manifestado.

Se ha referido a los tres proyectos de vacunas que se siguen desarrollando en centros del CSIC y en el importante conocimiento y metodología que éstos van a reportar, y ha adelantado que España negocia con la Organización Mundial de la Salud la posibilidad de que algunas de estas vacunas se utilicen, cuando hayan superado todos los ensayos y demostrado su eficacia, para extender la inmunización de la población en América Latina o en África.

“No hay ciencia inútil”, ha dicho la presidenta del CSIC, quien ha apuntado que los países más avanzados socialmente lo son porque su inversión en investigación e innovación es muy superior al resto y ha valorado los cambios introducidos por el Ministerio de Ciencia para, ante la excepcionalidad de la pandemia, favorecer una mayor flexibilidad y recursos sin perder el control de éstos.

Rosa Menéndez ha detallado la importante implicación que el CSIC va a tener en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Unión Europea y las importantes reformas e inversiones que se van a impulsar en el marco de esa iniciativa y la participación que los científicos de este organismo van a tener en áreas como el envejecimiento, la transición energética, la gestión sostenible de los plásticos o las infraestructuras para la pandemia.

Ha defendido además la integración de algunos centros de investigación (como el Instituto Español de Oceanografía, el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA) o el Instituto Geológico y Minero de España) en el CSIC, porque con ellos -ha dicho- el organismo gana en competencias, se refuerza científicamente y reafirma su carácter multidisciplinar.

La responsable del Consejo ha lamentado la “imperfecta reconstrucción” tras la última crisis financiera y los daños que ha sufrido el ecosistema español de ciencia y tecnología, y ha asegurado que, además de las pérdidas en infraestructuras, renovación de laboratorios o equipamientos, las más “dramáticas” y de mayor impacto social han sido las pérdidas de recursos humanos.

“España no puede permitirse volver a cometer el mismo error si realmente quiere una reactivación sostenible económica y socialmente, porque los avances sociales en el siglo XXI dependen de la ciencia y de la tecnología”, ha concluido la presidenta del CSIC, y ha valorado el Pacto por la Ciencia que ha lanzado el Ministerio y confiado en que éste vaya “más allá de la foto” y fije el compromiso de la clase política con la ciencia. E