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Proponen para el Premio Princesa de Asturias a una asociación liderada por un español

Proponen para el Premio Princesa de Asturias a una asociación liderada por un español

EFE

Tegucigalpa —

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La misión de servir a los pobres de Honduras desde hace 25 años por el misionero español Patricio Larrosa, a través del proyecto Asociación Colaboración y Esfuerzo (ACOES), ha motivado al embajador de España en Tegucigalpa a proponerlo para el Premio Princesa de Asturias.

“He propuesto el proyecto ACOES para el Premio Princesa de Asturias (que será fallado el día 21) porque tiene unas virtudes muy marcadas, la primera es que está concentrado en las zonas más marginales de Honduras”, dijo el embajador de España en la capital hondureña, Miguel Albero.

La segunda virtud que Albero ha considerado es que la gente a la que ayuda el misionero, conocido como el Padre Patricio, es la que sostiene a la fundación.

“La fundación la llevan personas que han recibido primero esa ayuda y devuelven a la fundación esa ayuda trabajando para ella”, enfatizó el diplomático.

La tercera es la cantidad de españoles que vienen al país, que invierten mucho tiempo de manera silenciosa, que vienen a pasar sus vacaciones durante períodos largos a ayudar, desde médicos, hasta profesores de universidad y estudiantes, añadió.

Señaló, además, que en toda España hay grupos de apoyo a la ACOES, que es una fundación no muy conocida fuera de España, aunque tiene “un perfil muy grande; sin embargo, creo que hacen una labor maravillosa y por eso se merecen un premio que les ayudaría y permitiría que la gente se entere de lo que hacen”.

La ACOES, con unos 70.000 beneficiarios al año, de los que 11.000 son estudiantes, es una de las principales organizaciones humanitarias de Honduras, con presencia en 12 de los 18 departamentos del país, en comunidades remotas y marginales.

Su centro principal de operaciones funciona en el barrio Monterrey, en el extremo sur de Tegucigalpa, donde atienden a niños, jóvenes, madres y ancianos, a través de un programa de formación en valores.

La fundación es operada y gestionada por estudiantes becados en edades entre los 14 y 30 años, apoyados por un grupo de misioneros españoles.

Además, es apoyada habitualmente por varias instituciones de prestigio públicas y privadas, incluidas hondureñas, que demuestran la validez de las actividades y la capacidad de ejecución de la ACOES, que persigue poder conectar con grandes instituciones para canalizar ayuda de manera más directa a las zonas más necesitadas.

Organismos como Naciones Unidas y la Unión Europea; Cooperación Española, Cooperación Alemana, universidades y ayuntamientos de España, entre otras, también contribuyen a la misión de la ACOES de formación en valores a favor de muchos hondureños pobres, en un país que además registra altos índices de violencia.

Entre los miles de jóvenes beneficiados por la ACOES figura Rosa Zambrano, quien lleva 17 años colaborando con la asociación, en la que se inició buscando ayuda, la que dice haber recibido “con creces, porque pude terminar la universidad”.

“Yo he recibido en el proyecto mucho, aprendizaje también, saber que los que somos empobrecidos, con una oportunidad, podemos salir adelante. Ahora que ya estoy formada en la universidad puedo aportar más a la gestión de los proyectos”, subrayó Zambrano, a quien la ACOES le permitió estudiar Comercio Internacional.

También obtuvo una beca para hacer un máster en Cooperación en la Universidad de Valencia, España.

Zambrano, quien viene de una familia muy pobre y vendía tortillas de maíz, al igual que su madre, relató a Efe que con mucho esfuerzo pudo terminar su bachillerato, pero el escaso ingreso en su hogar, compartido con seis hermanos y su padre, de oficio albañil, no alcanzaba para seguir con estudios universitarios.

Entonces decidió en su vecindario buscar ayuda en la ACOES que dirige el Padre Patricio, para quien “la única solución siempre es compartir”, y su vida comenzó a cambiar a través de la educación.

Zambrano sigue viviendo en su barrio pobre de siempre, cercano al proyecto de la ACOES, donde ahora es la encargada de acompañar a los coordinadores y al equipo de cada proyecto en las tareas que realizan.

El proyecto que lidera el Padre Patricio, dirigido por jóvenes hondureños, también camina “con gente con experiencia de España, unos 200 voluntarios que vienen a pasar sus vacaciones y ponerse a la par de nosotros a trabajar” y otros 800 que trabajan desde España, Canadá, Alemania, Estados Unidos y Francia, indicó Zambrano.

El misionero español también sostiene que “cada día es una oportunidad nueva para compartir, para servir”.

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