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“Queremos dejar de ser súbditos para convertirnos en ciudadanos”

El acto previo a las protestas en los Premios Príncipe de Asturias, del que participaron varios partidos políticos.

Ignacio Tudela / Lara Monrosi

Son las seis de la mañana y un grupo de personas se reúne frente al muelle de Cádiz, en el centro de la ciudad. En el suelo, junto a ellos, hay mochilas, sacos de dormir y mantas para pasar la noche. Entre risas y abrazos con los compañeros que van llegando, suben al autobús que les llevará hasta Oviedo. La mayoría pertenece al Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), aunque también hay de otras organizaciones y movimientos sociales.

Esta es una de las 29 columnas que llegará a la capital asturiana para realizar una protesta durante la ceremonia de entrega de los Premios Príncipe de Asturias, que se celebrará este viernes a las cinco de la tarde. Los recortes en servicios públicos, el paro, la precariedad y los desahucios son algunos de los motivos por los que en junio la Coordinadora 22M decidió convocar esta concentración. La plaza La Escandalera, frente al Teatro Campoamor, será el escenario dónde se desarrollará la acción. Esta es, sin embargo, la primera vez que se realiza a nivel estatal.

Antes de iniciar el viaje a Oviedo, el autobús recoge a otros pasajeros en diferentes localidades de la provincia. “Yo no puedo acompañaros pero desde aquí deseo que acabéis con la monarquía y con los políticos corruptos”, comenta un miembro del sindicato a sus compañeros.

Tras esta despedida, la columna gaditana inicia un viaje que durará más de 12 horas y que recorrerá aproximadamente 1.000 kilómetros. Aunque todos coinciden en los motivos comunes de la acción, cada persona viaja por una razón diferente. “Queremos protestar porque no nos dejan tener una vida digna”, comenta Ana, que a sus 28 años trabaja como gestora cultural sin cobrar. “En mi sector la mayoría de la gente está en paro, trabaja gratis o se ha exiliado”, señala. Junto a ella viaja José Antonio, un abogado de 36 años. “Hay que seguir peleando por un nuevo modelo de país. Queremos dejar de ser súbditos para convertirnos en ciudadanos”.

Doce horas de viaje

Doce horas de viaje obligan a hacer muchas paradas. La primera de ellas se realiza en Monesterio, en la provincia de Badajoz. Allí, la columna gaditana se ha encontrado con sus compañeros de Sevilla y han compartido charlas y desayunos. El cansancio no ha hecho mella en el ánimo de los viajeros y a pesar de la temprana salida, no se han dejado de escuchar consignas y canciones como “luchando, creando, poder popular” o diferentes chirigotas de los carnavales de Cádiz.

Esperanza, sanluqueña de 30 años, es una de las que ha participado en esta pequeña fiesta improvisada. “Voy a Oviedo a protestar por mi lucha, que es la de la vivienda”, afirma. Pertenece, desde hace un año, a una de las 14 Corralas de la Dignidad que se encuentran en Sanlúcar de Barrameda. “Lo único que queremos es pagar un alquiler de acuerdo a nuestras necesidades”.

Esperanza no viaja sola. Sus dos hijas, Soraya y Mari Paz, de 14 y 12 años, la acompañan. Son las dos personas más jóvenes del autobús. Ambas apoyan a su madre en sus reivindicaciones. “Lo que queremos es conseguir una casa. Si seguimos luchando, las cosas mejorarán”, puntualiza la mayor.

Una de las anécdotas más curiosas ha tenido lugar cuando algunos viajeros han comenzado a cortar y repartir chorizo entre el resto de los compañeros, según ellos “en honor al gobierno de Rajoy”. “Igual que en España, mucho chorizo y poco pan”, han comentado entre risas.

Al igual que en otras columnas, muchos se conocieron durante las Marchas de la Dignidad de marzo. “La primera vez que fuimos a Madrid no nos conocíamos y ahora somos una familia. Ahora luchamos juntos”, afirma Manuel, apodado cariñosamente por sus compañeros como 'el Bigotes'.

El viaje también es un buen momento para debatir sobre política y confrontar opiniones. La Transición es uno de los temas más recurrentes. Tanto Vicente como Puri, de 52 y 50 años respectivamente, la vivieron en primera persona. “Estoy en contra de que sigamos financiando a la monarquía. La Transición fue una mentira”, afirma Puri. Por su parte, Vicente remarca que no hubo una auténtica ruptura democrática. “En Oviedo nos encontraremos a los guardianes de esta farsa”.

Entre las personas que viajan en el autobús se encuentran algunas con muchos años de protestas y marchas a sus espaldas. Juan tiene 66 años y se afilió al antiguo SOC (Sindicato de Obreros del Campo, actual SAT) en 1975. Cree que hay problemas más urgentes que resolver como para celebrar una ceremonia como los Premios Príncipe de Asturias y considera que las cosas no han cambiado mucho desde que se convirtió en sindicalista. “Antes la represión era más directa, no había material antidisturbios, sino fusiles”, recuerda. “Ahora se hace todo más discreto, a través de juzgados y multas pero sigue siendo represión”.

Tras la llegada de las columnas a Oviedo, la noche previa estará marcada por una cena conjunta y la entrega de los Premios “Príncipe de Astucias”, un irónico galardón a diferentes personalidades de la política y la economía. Después está previsto que partan a localidades cercanas a la capital asturiana para dormir. La columna gaditana, por su parte, iniciará una marcha a pie junto a mineros hasta Langreo, donde dormirán. Por la mañana de este viernes caminarán de vuelta a Oviedo para confluir en la gran concentración frente al teatro Campoamor.

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