Los pacientes crónicos dan un suspenso a la atención sanitaria que reciben
Los pacientes crónicos españoles dan un suspenso a la atención que han recibido el último año. La media que estos ciudadanos otorgan se queda en 4,9 según un estudio llevado a cabo por EsCrónicos, colectivo que aúna a 20 asociaciones de pacientes crónicos.
¿Por qué los usuarios están descontentos con la atención que les dispensa el Sistema Nacional de Salud? La respuesta hay que buscarla en los “impactos negativos” de las reformas legislativas emprendidas por el Gobierno central desde 2012. Según el presidente de la Federación de Lucha contra las Enfermedades del Riñón, Jesús Molinuevo, los pacientes se han visto especialmente perjudicados por el copago farmacéutico, la dificultad para acceder gratuitamente al sistema o a los tratamientos más innovadores y con menos efectos secundarios –que son también más caros–.
A esto, además, hay que añadirle la desigualdad entre regiones. Dependiendo de dónde se padezca la patología, la satisfacción de los pacientes respecto a su tratamiento varía. Así, los pacientes de la Comunidad Valenciana, Galicia, Castilla y León, Castilla-La Mancha e Islas Baleares colocan sus sistemas por debajo de la media de 4,9 –es decir, ahondan en el suspenso–.
Por el otro lado, Andalucía, Extremadura, Madrid, Islas Canarias, Asturias, Navarra, Cantabria, Aragón y La Rioja se colocan por encima de esa nota. Murcia clava el 4,9. Los técnicos de la encuesta –desarrollada por la Universidad Autónoma de Madrid– precisan que el estudio es fiable en cuanto a grupos por encima y por debajo de la valoración general, pero no para asignar una nota específica a cada región. Se han realizado 695 entrevistas a pacientes de distintas comunidades.
En este sentido, el informe refleja que “a mayor renta per capita de las comunidades autónomas, mejor valoración hay del sistema mientras que a mayor concentración de enfermos crónicos es peor”. También influye lo fieles que hayan sido las regiones a la aplicación de la nueva legislación central: las más aplicadas a la hora de desarrollar los copagos o los recortes presupuestarios (como Castilla-La Mancha) reciben peores valoraciones en esos aspectos.
Estrategia ministerial en suspenso
La cronicidad de las enfermedades es un fenómeno cada vez más generalizado y en progresión. En España, según la Encuesta Europea de Salud (2009), un 46% de la población mayor de 16 años tiene, al menos, un proceso crónico. El 22% acumula dos o más. En octubre de 2012, el Ministerio de Sanidad publicitó un acuerdo del Consejo Inter-territorial de Salud para implementar lo que llamaron Estrategia de Abordaje de la Cronicidad.
Enumeraron hasta 101 medidas para “reorientar el modelo sanitario para mejorar la atención”. Adjudicaban al proyecto “novedades como la Estratificación de la Población, la Red de Escuelas de Salud para Ciudadanos y la mejora del abordaje del dolor crónico”. Desde la llegada al ministerio de Ana Mato (PP), en diciembre de 2012, la estrategia está aún por concretarse en acciones reales. Uno de los miembros de EsCrónicos, Koldo Aulestia (de la Confederación Española de Familiares con Alzheimer) va un poco más lejos: “No se ha puesto en marcha”.
La esperanza de vida la población española crece y con ello la prevalencia de las patologías cronificadas. El mismo Ministerio de Sanidad cuantifica que “entre los 65 y los 74 años los ciudadanos padecen una media de 2,8 patologías crónicas”. Y asegura que “hasta el 80% de las consultas de Atención Primaria” están producidas por estas enfermedades. Sin embargo, los usuarios entienden que “las decisiones en materia de financiación pública” están poniéndoles trabas para llegar a los tratamientos. “La inversión de hoy, ahorrará mucho dinero en tratamientos médicos del futuro”, analiza Aulestia.
Con todo, “el 63% de los pacientes tiene una buena opinión del Sistema Nacional de Salud en su concepción general”. “Se ve como algo nuestro y necesario cuidarlo”, opina Jesús Molinuevo. “Lo que se ha valorado mal es la atención que se ha recibido en los últimos 12 meses, debido a la coyuntura socieconómica”.