Vienen semanas duras

Madrid, 24 sep (EFE).- “Vienen semanas duras en Madrid y hay que actuar con determinación para tomar el control de la pandemia”. Las palabras pronunciadas este jueves por el ministro de Sanidad, Salvador Illa, son las mismas que repitió una y otra vez la pasada primavera cuando el objetivo era el de doblegar la curva de contagios y las muertes se multiplicaban hasta llegar en un solo día a 900.

Doblegar la curva de una transmisión descontrolada de la covid-19, que ha colocado a España a la cabeza de Europa, vuelve a ser la prioridad para hacer frente a la amenaza que se proyecta de nuevo sobre el sistema sanitario, pese a que las circunstancias son bien distintas a las de aquellos meses de marzo y abril bajo el estado de alarma, la carencia de medios y el desconocimiento del virus.

La forma de hacerlo, la determinación, es el polémico objeto del debate, en particular en Madrid: medidas restrictivas controladas o un nuevo confinamiento, con excepciones y una duración mucho más limitada, pero confinamiento, como cada vez proponen o vaticinan más epidemiólogos y expertos en salud pública, que ven complicado revertir una situación tan compleja con simple “cirugía menor”.

Consideran estos especialistas que limitar aforos, reuniones y movimientos, como se ha hecho en otros puntos de España, no será suficiente en Madrid por la magnitud de la transmisión fuera de control y las contradicciones de esas medidas, ya en vigor en 37 zonas de salud con más de 1.000 casos por cada 100.000 habitantes y que se extenderán este viernes a otras con esa misma ratio.

Una de esas contradicciones, más o menos intuida, la subraya un estudio conocido hoy de la Universidad Politécnica de Madrid, basado en datos de la Encuesta Domiciliaria de Movilidad 2018, que revela que el 86,5 % de los trabajadores que viven en esas 37 zonas sanitarias se desplaza a diario a lugares libres de restricciones.

Sí que hacen incidencia los expertos, sin embargo, en una herramienta que estará disponible en breve en Madrid y en el resto de España, los test de antígenos, que permitirán acortar mucho los plazos de los diagnósticos, por lo que facilitarán la estrategia para poder controlar la pandemia.

Las autoridades madrileñas, ahora en más estrecha coordinación con el Gobierno tras constituir el Grupo Covid-19, han optado por la vía intermedia de las restricciones, aunque no descartan que se tengan que tomar esas u otras medidas en toda la Comunidad, como ha dicho hoy el viceconsejero de Sanidad, Antonio Zapatero.

El ministro Illa ha remarcado de nuevo la determinación al señalar que “hay que estar preparados para todos los escenarios”, antes de pronunciar una de las frases de la jornada: “Vienen semanas duras en Madrid”, donde la acumulación diaria de casos notificados supera los 3.000 con una incidencia media en los últimos 14 días de 746,15 frente a la media española de 283,26.

Pero no preocupa sólo Madrid, aunque esté en el epicentro de la pandemia como lo estuvo en la primera ola, también Navarra (658), La Rioja (466), Castilla-La Mancha (416), Murcia (400) o en otra medida Cataluña, donde el riesgo de rebrote ha vuelto ha dispararse y la velocidad de propagación del virus (Rt) ya supera el 1,20, mientras la Generalitat vigila de cerca la situación en Barcelona.

Con los contagios superando este jueves los 700.000 (704.209)y las notificaciones diarias de nuevos casos por encima de las 10.000, las hospitalizaciones siguen creciendo con más ingresos que altas (1.310 frente a 1.177 en las últimas 24 horas) para un total de 11.041 pacientes ingresados, 1.445 en la UCI.

Los fallecimientos también aumentan de forma progresiva y ya son 500 los registrados en los últimos siete días.

Jaime Castillo