La Gran Pirámide parece tener cuatro caras, pero es una ilusión que un piloto desmontó hace un siglo

Las pirámides de Guiza, en Egipto.

Héctor Farrés

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A simple vista, el perfil de una pirámide egipcia parece inconfundible. Cuatro caras perfectamente definidas, ángulos que convergen en lo alto, líneas rectas que se mantienen estables sin importar el punto de observación. Es esa geometría cuadrada la que ha contribuido a convertirlas en un símbolo de solidez milenaria, tanto en el imaginario popular como en la arquitectura.

Lo curioso es que esa imagen, tan asumida, empieza a resquebrajarse si se analiza más de cerca. Porque hay estructuras que engañan incluso al ojo más entrenado. En el caso de la Gran Pirámide de Guiza, esa aparente cuadratura perfecta podría ocultar algo distinto.

Un vuelo de los años 20 fue el primero en desvelar el misterio

En 1926, el piloto británico P. Groves tomó una serie de fotografías aéreas que revelaban un detalle invisible desde tierra firme. Las caras del monumento no eran completamente planas. Una ligera hendidura, que recorría cada una de ellas desde la base hasta el vértice, creaba una ilusión diferente desde el aire: la de una forma de ocho lados. Aquellas imágenes, obtenidas en una jornada de vuelo con condiciones lumínicas concretas, ofrecían una perspectiva inédita de la estructura.

Investigadores como Flinders Petrie e I.E.S. Edwards documentaron cómo una línea cóncava divide cada cara del monumento

Décadas después, ese mismo rasgo fue abordado con mayor detalle por el egiptólogo Flinders Petrie, que observó cómo una línea hueca dividía cada cara en dos secciones simétricas. Esta observación sería documentada posteriormente por I.E.S. Edwards en su obra Las pirámides de Egipto, donde el investigador británico señalaba que se trataba de un rasgo singular entre los monumentos conocidos.

Estudios posteriores confirmaron que no era un simple efecto óptico

Esa supuesta anomalía visual pasó a tener mayor relevancia en 2023, cuando el matemático Akio Kato, de la Universidad de Kanagawa, publicó un análisis en la revista Archaeological Discovery. Según detalla el artículo, los planos de cada cara principal presentan una curvatura cóncava que, en conjunto, da lugar a una geometría octogonal. La conclusión técnica del estudio plantea que “cada cara está ligeramente dentada a lo largo de su línea central, desde la base hasta la cúspide”.

Con ayuda de simulaciones y modelos digitales, el autor propone que este diseño podría haber sido intencionado, y no producto del desgaste o errores constructivos. En su artículo, expone que “la Gran Pirámide es una pirámide octogonal cóncava, en lugar de la pirámide cuadrada estándar”.

La idea cobra aún más fuerza si se toma en cuenta otro estudio citado por Kato, publicado en 2022, donde se aplicó tecnología de radar para examinar las pirámides de Guiza. Según el trabajo, no solo la de Keops, sino también las de Kefrén y Micerino compartirían esa misma estructura octogonal. Aunque los detalles varían ligeramente en cada una, la disposición general de las hendiduras coincide, lo que sugiere una intención común en el diseño.

Una explicación matemática sugiere una intención detrás de la forma

El motivo de esa elección arquitectónica podría estar relacionado con la estabilidad estructural. Según argumenta el estudio japonés, las capas inclinadas de las caras y la base reforzada proporcionan una mayor resistencia a la compresión y a fenómenos como temblores o lluvias intensas

Si se dan las condiciones de luz oportunas, es posible ver las hendiduras

Kato señala en su investigación que “los efectos de tales fuerzas naturales son bastante diferentes entre el núcleo de los cursos inclinados y el de los cursos de verdadero nivel, en el sentido de que el primero puede tensarse para hacerse más fuerte con el tiempo, pero el segundo se desintegraría para ser más débil con el tiempo”.

Esta explicación también encaja con otros hallazgos arqueológicos que indican que los arquitectos del Antiguo Egipto modificaban sus diseños en función de la durabilidad de los materiales y del comportamiento de las estructuras. Algunas cámaras internas fueron selladas prematuramente al detectarse inestabilidad, según ha publicado el medio IFL Science en un reportaje dedicado a las técnicas constructivas de las pirámides.

La geometría oculta de la Gran Pirámide no es un descubrimiento reciente, pero sigue despertando interés cada vez que nuevas tecnologías permiten visualizarla con mayor claridad. Aunque la mayoría de las personas solo identifican cuatro caras al observarla desde el suelo, estudios como el de Kato permiten confirmar que su forma real es más compleja. A día de hoy, esa singularidad no se percibe sin una mirada entrenada, ni tampoco sin las condiciones visuales adecuadas.

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