El médico español que inventó la anestesia epidural hace 100 años

En 1921, el médico militar Fidel Pagés Miravé publicó en la Revista Española de Cirugía una técnica a la que llamó “anestesia metamérica”, que hoy se conoce como anestesia epidural. Se trataba de una innovación en el uso de anestésicos locales, consistente en su aplicación en el espacio epidural para bloquear de forma segmentaria los impulsos nerviosos. La propuesta, documentada con precisión en su artículo, se basaba en 43 casos clínicos y especificaba el tipo de aguja, la cantidad de solución anestésica, la zona de aplicación y el efecto progresivo de la pérdida de sensibilidad. La idea central consistía en una anestesia regional controlada, sin necesidad de incidir en el canal medular.

Pagés desarrolló esta técnica durante su etapa como cirujano militar en el norte de África, donde trataba a soldados heridos en el contexto de las campañas del Rif. Las condiciones de urgencia, la escasez de recursos y la necesidad de intervenciones rápidas influyeron directamente en su enfoque clínico. En vez de recurrir sistemáticamente a la anestesia general, que en muchos casos era inadecuada o arriesgada, diseñó un procedimiento más seguro y de aplicación inmediata para operaciones de urgencia.

El reconocimiento no llegó en vida del autor. Pagés falleció en 1923 en un accidente de tráfico cuando tenía 37 años, sin haber tenido tiempo de continuar difundiendo su hallazgo ni defender su prioridad. Durante años, otros especialistas en Europa y América describieron técnicas similares, sin mencionar su trabajo, lo que generó una disputa sobre la autoría que tardó décadas en resolverse. No fue hasta mediados del siglo XX cuando se reivindicó de forma sistemática su papel como precursor de un método que hoy forma parte esencial de la medicina moderna.

Una técnica desarrollada en la sanidad militar

Fidel Pagés nació en Huesca en 1886 y se licenció en Medicina en Zaragoza en 1908. Ingresó por oposición en el cuerpo de sanidad militar y, ya como oficial médico, participó en diferentes destinos, incluidos Melilla, Zaragoza, Madrid y Viena. En Melilla ejerció durante los años de la guerra del Rif, una experiencia que marcaría su carrera clínica y en la que comenzó a desarrollar soluciones quirúrgicas adaptadas a la medicina de campaña. Posteriormente, fue destinado al Hospital Militar de Madrid, donde continuó sus investigaciones y completó la redacción del artículo que enviaría a la Revista Española de Cirugía en 1921.

El trabajo original de Pagés detallaba cómo realizar una punción en el espacio epidural sin penetrar en la duramadre, aplicando una solución anestésica que afectaba solo a los nervios espinales del área intervenida. A diferencia de la anestesia raquídea, esta técnica no generaba una parálisis completa ni afectaba la conciencia del paciente.

El método permitía mantener una analgesia prolongada, con menos riesgo de complicaciones hemodinámicas, lo que lo hacía adecuado para intervenciones abdominales, pélvicas o en extremidades inferiores. Su aplicación resultaba especialmente útil en situaciones en las que no era viable usar anestesia general, como en heridos de guerra, pacientes con traumatismos graves o intervenciones prolongadas.

A pesar de su carácter innovador y de la calidad de los datos clínicos presentados, su publicación no fue traducida a otros idiomas ni referenciada por la literatura internacional. Esto permitió que otros médicos, como el italiano Achille Mario Dogliotti, describieran versiones posteriores de la misma técnica durante los años 30, en este caso con una amplia difusión en revistas internacionales. Durante un tiempo, Dogliotti fue considerado como el creador de la anestesia epidural hasta que otros especialistas, como el argentino Alberto Gutiérrez, señalaron la existencia del artículo de Pagés, publicado más de una década antes.

Cien años después de la publicación de su estudio, la técnica epidural sigue empleándose de forma habitual en diversas especialidades médicas. Su origen está documentado en un artículo de 1921 publicado por Fidel Pagés Miravé, médico militar español. Tras su muerte, la autoría de la técnica fue objeto de disputas hasta que investigaciones posteriores confirmaron su prioridad. En la actualidad, diversas instituciones científicas y sanitarias han reconocido su contribución mediante homenajes, premios y publicaciones especializadas.