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The Guardian en español

Los vecinos comienzan a salir de casa en Wuhan (y el resto del mundo se encierra cada vez más)

China detiene los contagios locales, mientras Italia se convierte en el país con más muertes

Lily Kuo

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Wuhan, localidad en la zona central de China y origen del brote de coronavirus, está relajando los dos meses de encierro que han vivido sus ciudadanos desde el pasado 23 de enero al mismo tiempo que un número creciente de países impone nuevas restricciones para contener la pandemia. La urbe levantará el 8 de abril la cuarentena que impuso a sus habitantes hace dos meses, según ha informado este martes la agencia estatal Xinhua.

Este lunes y por primera vez en semanas pequeños grupos de residentes de Wuhan salieron de sus complejos residenciales para comprar comida en las tiendas. Desde que se tomaron las medidas de aislamiento, este fin de semana llegó a la ciudad el primer tren con más de 1.000 trabajadores de otras partes de la provincia.

Las autoridades locales comunicaron el domingo que los residentes sin fiebre podrían regresar al trabajo si tenían en su poder un código sanitario verde (significa que se está libre del virus) y un certificado del empleador. También dijeron que se reanudaría el transporte público y se reabriría la ciudad “gradualmente”. Según las autoridades, los no residentes varados en Wuhan desde que comenzaron las estrictas restricciones del 23 de enero también podrán empezar a solicitar permiso para salir de la ciudad.

Según información proporcionada por residentes en Wuhan, sólo se está permitiendo la salida en los complejos residenciales considerados libres de virus y los ciudadanos siguen sin querer salir a la calle. “Todo el mundo está siendo muy cuidadoso”, dice Iris Yao, de 40 años, que ha pasado los dos últimos meses en la ciudad.

En las últimas semanas, el número de contagios de transmisión local informados por el gobierno de China ha disminuido drásticamente pero los casos importados siguen en aumento. La Comisión Nacional de Salud de China informó de 39 nuevos casos el lunes, todos ellos importados.

El domingo, China ordenó el desvío a otras ciudades de todos los vuelos internacionales con destino Beijing para examinar a los pasajeros antes de su llegada a la capital. Shangai y Guangzhou han comunicado que empezarán a hacer pruebas de detección del virus en todas las llegadas internacionales. Otra señal de que China recupera poco a poco su vida habitual son los atascos: en Beijing ya se empezaron a producir en la mañana del lunes. Hasta el momento, China ha registrado más de 81.000 casos, con 3.270 muertos.

Algunos estados de EEUU se blindan frente al virus

La flexibilización de las restricciones en Wuhan llega cuando otros países profundizan sus medidas para contener el virus. El presidente de EEUU, Donald Trump, ha desplegado a la Guardia Nacional en los estados de Nueva York, California y Washington, tres de los más afectados por el Covid-19. Según dijo, los suministros adicionales (entre los que se incluyen camas extra y mascarillas) también irán a esos tres estados.

Trump ha comunicado que había ordenado a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (Fema) poner en pie “instalaciones médicas” en esos tres estados. “Cuatro grandes instalaciones médicas con 1.000 camas para Nueva York, ocho grandes instalaciones médicas federales con 2.000 camas para California, y tres grandes instalaciones médicas federales y cuatro pequeñas instalaciones médicas federales con 1.000 camas para el estado de Washington”, ha dicho este fin de semana.

EEUU ya ha pasado de 33.000 casos de coronavirus, y registra 417 muertes por la enfermedad. Nueva York es uno de los centros del brote, con el 5% de los casos de todo el mundo. El alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, dijo el domingo que los suministros médicos, como ventiladores, máscaras y guantes quirúrgicos, se agotarían en un plazo de 10 días.

La ciudad entró en cuarentena a partir del domingo por la noche después de que el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, ordenase el cierre de todos los negocios no esenciales del estado. Salvo para servicios esenciales, todos los neoyorquinos tienen orden de quedarse en casa desde las 8 de la noche del domingo.

El cierre coincidió con el bloqueo por parte de los demócratas de un paquete de estímulo económico que, según su análisis, favorece a las grandes empresas antes que a los trabajadores. La forma en que Trump ha reaccionado al brote ha provocado muchas críticas, que el presidente trató de desviar diciendo que había ayuda en camino para los estados que la necesitan.

Después de que Ohio, Luisiana y Delaware también impusieran severas restricciones, casi uno de cada tres estadounidenses tiene órdenes de quedarse en casa desde anoche.

Nueva Zelanda entra en cuarentena

Al otro lado del Pacífico, la primera ministra de Nueva Zelanda ha anunciado que el país se cerraría a partir del miércoles y durante un mes para detener la propagación del virus. Con más de 100 casos y en aumento, Jacinda Ardern ha dicho que no estaba dispuesta a poner en peligro la vida de los neozelandeses.

“El peor escenario es simplemente intolerable, representaría la mayor pérdida de vidas de neozelandeses en nuestra historia y no voy a correr ese riesgo”, dijo al anunciar medidas más restrictivas que las de países con brotes peores. Nueva Zelanda tiene dos días para que las escuelas, las empresas y los servicios comunitarios preparen el cierre.

Según Ardern, en el país ya hay contagios comunitarios que, si se disparan, podrían duplicar el número de casos cada cinco días. De acuerdo con los modelos consultados por su gobierno, decenas de miles de neozelandeses podrían morir en ese escenario.

Traducido por Francisco de Zárate

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