UNRWA es la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Medio. Desde 1949 trabajamos para proporcionar asistencia, protección y defensa a más de 5 millones de refugiados y refugiadas de Palestina, que representan más de la quinta parte de los refugiados del mundo y que actualmente viven en campamentos de refugiados en Jordania, Líbano, Siria y el territorio Palestino ocupado (la franja de Gaza y Cisjordania), a la espera de una solución pacífica y duradera a su difícil situación.
El Eid no se celebra en los campamentos de refugiados de Líbano
Estos días, musulmanes y musulmanas de todo el mundo celebran el Eid El-Adha, una festividad en la que la unión familiar y la celebración gira en torno a la comida. Generalmente comienzan las fiestas limpiando las casas, decorándolas, preparando deliciosos dulces tradicionales como el maamoul, ka’ak y chocolate y estrenando ropa.
Hace tres años, por estas fechas, los campamentos de refugiados y refugiadas de Líbano se llenaban de humo provocado por los asados en las azoteas y las calles estaban llenas de establecimientos donde comprar dulces. Sin embargo, de los más de 480.000 refugiados y refugiadas de Palestina en Líbano, hoy son muy pocos los que pueden celebrar el Eid como antes.
Montaha Deeb es una refugiada de Palestina de 32 años que tiene una pequeña panadería en el campamento de Shatila, donde convirtió su pasión por la repostería en un medio de vida. Montaha vive en una pequeña casa en el campamento de Shatila, con su esposo y sus tres hijas. Durante el Eid vende y prepara principalmente Ka'ak y ma'amooul para los residentes del campamento. Una semana antes de la celebración, comienza a hornear los productos y los vende a precios asequibles para no dejar a nadie fuera de la celebración. “Siempre solía hacer repostería con mi madre en la cocina cuando era pequeña y soñaba con abrir mi pequeña panadería, pero nunca pude pagarla hasta que me ayudaron a hacerlo”.
Las personas refugiadas luchan por prepararse para el Eid, especialmente las madres que no pueden pagar la comida de sus hijos, comprarles dulces o ropa nueva. “La situación en la que vivimos hoy es muy difícil, la gente apenas puede pagar la comida y, a veces, vienen a mí y me piden tímidamente un mankoushi gratis (..) Buscan en mercados de segunda mano como el zoco El-Ahad en Beirut y compran ropa usada en lugar de nueva porque, por supuesto, es mucho más barata”, comenta Montaha y añade que incluso ella no puede permitirse comprar ropa nueva para sus tres hijas pequeñas.
“Hoy muchos refugiados palestinos están esperando el Eid para comer algo de carne; esperan que las pocas personas que pueden comprar cordero se solidaricen con ellas”, a pesar de la pobreza los lazos sociales entre refugiados y refugiadas cooperan para celebrar Eid fomentando un sentimiento de unión.
Los niños refugiados de Palestina solían esperar ansiosamente la noche antes de Eid para visitar al día siguiente a sus familiares y recibir el “eideyah”, una propina que los ancianos les dan a los niños para comprar dulces. Desafortunadamente, este año muchos niños y niñas no podrán disfrutar de esta tradición que está prácticamente extinguida entre los refugiados y refugiadas de Palestina que luchan por sobrevivir. “Si un niño quisiera comprar algo hoy, al menos necesitará 100.000 libras libanesas, que equivale a 1 dólar, pero lamentablemente no podemos”.
Lejos de su Palestina histórica, luchan por sobrevivir en un país en quiebra. La solidaridad comunitaria y las organizaciones internacionales de ayuda humanitaria como UNRWA, Agencia de Naciones Unidas para la población Refugiada de Palestina, son el salvavidas de miles de personas.
“Tratamos de preservar nuestras tradiciones y herencia apoyándonos mutuamente para celebrar las festividades. Es lo menos que podemos hacer. Por ejemplo, yo horneo y vendo dulces a precios bajos, otros dan carne para los que no pueden comprarla y algunos reparten dulces para los niños en las calles”.
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UNRWA es la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Medio. Desde 1949 trabajamos para proporcionar asistencia, protección y defensa a más de 5 millones de refugiados y refugiadas de Palestina, que representan más de la quinta parte de los refugiados del mundo y que actualmente viven en campamentos de refugiados en Jordania, Líbano, Siria y el territorio Palestino ocupado (la franja de Gaza y Cisjordania), a la espera de una solución pacífica y duradera a su difícil situación.