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Sobre este blog

El caballo de Nietzsche es el espacio en eldiario.es para los derechos animales, permanentemente vulnerados por razón de su especie. Somos la voz de quienes no la tienen y nos comprometemos con su defensa. Porque los animales no humanos no son objetos sino individuos que sienten, como el caballo al que Nietzsche se abrazó llorando.

Editamos Ruth Toledano, Concha López y Lucía Arana (RRSS).

El artículo que la industria láctea no quiere que leas en el Día de la Madre

María R. Carreras / Lucía Arana

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Sobre este blog

El caballo de Nietzsche es el espacio en eldiario.es para los derechos animales, permanentemente vulnerados por razón de su especie. Somos la voz de quienes no la tienen y nos comprometemos con su defensa. Porque los animales no humanos no son objetos sino individuos que sienten, como el caballo al que Nietzsche se abrazó llorando.

Editamos Ruth Toledano, Concha López y Lucía Arana (RRSS).

Como cada Día de la Madre, el próximo 5 de mayo celebraremos en nuestro país a todas las madres que cuidan y nutren a su prole. Como cada Día de la Madre, dejaremos fuera de la consideración moral a otras madres cuyo destino es sistemáticamente invisibilizado y disfrazado: las vacas explotadas por su leche. Hoy queremos poner el foco en estos mamíferos y explorar el discurso estratégico de la Industria Láctea Europea (ILE), analizado en un estudio académico publicado recientemente en la revista científica Trace.

Piense en una vaca “lechera”; ¿se la imagina pastando pacíficamente en un prado verde bajo el cielo azul? Una imagen encantadora que cuesta muchos millones en presupuesto de marketing. Sin embargo, la realidad de los animales en la industria láctea dista mucho de ser idílica. El sector lácteo europeo ha experimentado cambios estructurales significativos en las últimas décadas. Las antiguas y numerosas granjas pequeñas y medianas han desaparecido, dando paso a unas pocas macrogranjas, especializadas, altamente tecnológicas y en dónde lo único que prima es la elevada productividad.

La pintoresca imagen del ordeño a mano se ha transformado ahora en un ciclo implacable de explotación. Hoy en día, una vaca produce diez veces la cantidad de leche que produciría en el siglo XVI, y su tasa metabólica es comparable a la de un ciclista en el Tour de Francia; sin embargo, para las madres vacas, a diferencia de estos deportistas, esta tasa no es algo momentáneo, sino que se mantendrá durante toda su vida, con el desgaste que esto implica.