Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Una gran clásica en Los Vados

Una gran clásica en Los Vados

Pablo Gómez

Los grandes muros de roca que componen la zona de escalada de Los Vados complementan la amplia oferta vertical que encontramos en Granada. Son formidables paredes de roca caliza en las que incomprensiblemente se ha equipado sólo una mínima parte.

Entre sus tapias encontramos la ruta Alfa Centauro Z-16, abierta por Juan Ignacio Martín y Juan Manuel Juáres, uno de los mejores itinerarios clásicos en la provincia de Granada. La vía está situada en el lado derecho del Tajo del Escalate.

Para llegar desde Granada, prestaremos atención al pasar los cruces que anuncian el pueblo de Vélez de Benaudalla. Posteriormente pasamos una gasolinera y más tarde dejamos a la derecha el cruce de los Guájares. Continuamos con dirección a la costa y poco a poco se hace presente el Tajo del Escalate en el lado derecho del cauce. Es aquí cuando hay que localizar un camino de piedra, que sube zigzagueando tras unas cañas y una línea de eucaliptos. Bajo el sendero se encuentra espacio suficiente como para dejar el vehículo, habiendo incluso asfalto de una antigua carretera. Una vez encontrado el acceso, subiremos hasta un cortijo en el que hay un denso pinar. Posteriormente, continuar por un sendero poco visible que nos lleva a otro cortijo en ruinas. Por último subiremos por una pedrera, para continuar a media ladera hasta el inicio de la vía. 

Descripción de la ruta

Los largos de esta vía están parcial o totalmente desequipados, por ello es imprescindible el uso de empotradores en cada uno de ellos. Debiendo emplazarlos en los lugares que veamos conveniente y así proteger las posibles caídas.

Para iniciar nuestra escalada nos situaremos bajo un gran gendarme. El primer largo recorre un diedro en su lado izquierdo, hasta llegar a una reunión con parabolts. Este largo está un tanto descompuesto, por lo que hay que prestar atención por posibles desprendimientos. Realizaremos los pasos más difíciles en los primeros metros.

El segundo largo discurre en diagonal a nuestra izquierda, con una longitud que ronda los treinta metros. Al principio encontramos el paso más difícil del tramo y probablemente se trate del más complicado de toda la vía, que asegurado por un puñado de parabolts nos da la oportunidad de superar el 6b o hacerlo en A0.

Desde una repisa partimos de la segunda reunión hacia un bonito diedro, separado por una fisura que nos da juego para auto asegurarnos con todo tipo de empotradores. Puede tratarse del más bonito de los largos, por su continuidad y ambiente. Tras superar el diedro la dificultad disminuye, hasta la siguiente reunión.

Es hora de enfrentarnos al cuarto largo, que en su recorrido a la derecha esquiva la fisura que hay sobre la reunión. Saldremos en una trayectoria diagonal hacia la derecha, nos encontramos un clavo y subimos por un tramo de dos repisas, en las que se concentra lo más duro del largo, pasos de 6a equipados por parabolts. Puede resultar complicado ver la siguiente reunión, situada sobre la chumbera.

El siguiente largo comienza en una placa gris algo tumbada, dirigiendo nuestra escalada hacia un pequeño gendarme que sorteamos por su derecha. Encontramos otro paso propuesto como 6b o A0, discurre sobre un pequeño desplome, para seguir por una fisura con pasos más fáciles hasta la próxima reunión.

Para iniciar el sexto largo entraremos por la derecha, para seguir por una fisura, esquivaremos un árbol en su parte final. Aquí, en una pequeña y cómoda bóveda, podremos hacer reunión ayudando al clavo con algún fisurero. Cuidado con desviarnos por la derecha, este tramo del itinerario puede confundirnos.

Para salir de la pequeña cueva, escalaremos los primeros pasos en diedro, disponiendo de una fisura bastante buena para la ubicación de seguros y una graduación aproximada de V. Superada la entrada del séptimo largo, escalaremos sobre un tramo con bloques y un tanto expuesto, estando atentos para evitar desprendimientos. A partir de aquí y para salir de la vía, aseguraremos al segundo de cuerda en aquel lugar donde nos sea posible emplazar la reunión por medio de nuestro empotradores. Para concluir la escalada nos queda un largo muy fácil de apenas III grado. No obviaremos las medidas de seguridad, pues se trata de una trepada en la que son posibles los desprendimientos. Discurre en diagonal a la izquierda, superando repisas con plantas.

Una vez arriba y como recompensa, disfrutaremos de bonitas vistas al mar Mediterráneo. Nuestra mirada también alcanzará el pueblo de Salobreña sobre un promontorio de roca caliza y abanderado por un castillo árabe. Al norte el macizo de Sierra Nevada, salpicado en su falda por las aldeas alpujarreñas.

Etiquetas
stats