Red Beard sale a la conquista

La parada en el Festival Womad de Fuerteventura fue uno de los grandes momento del grupo durante el 2015

Erick Canino

Jaime Fleitas es el entusiasta guitarrista, cantante y compositor que da impulso al proyecto Red Beard. Él, acorazado por sus acompañantes en su expansivo universo de folk y country, es una de las grandes noticias musicales del 2015 en el Archipiélago. Desde Gran Canaria se ha afianzado en estos últimos 365 días en su vida de artista, con decisión y apostándolo todo a la carta del músico: de eso está hecho Jaime, principalmente de música, y de eso quiere vivir.

En su intento, incluso a sabiendas de son muchos más los que se quedan en la orilla que los que llegan a puerto, ya ha logrado cruzar algunas puertas interesantes. Su primera presencia en Tenerife, el pasado 22 de enero, se saldó con un exitoso y sorpresivo concierto en la sala multiusos del Teatro Guimerá de Santa Cruz de Tenerife, donde no sólo cortó el cartel de No hay billetes casi con un día de antelación al concierto, sino que además arrolló y reenamoró a un público ya entregado que parecía tener a Red Beard en las venas desde siempre.

Desde entonces, la actividad se ha vuelto casi frenética para la banda grancanaria. Giras peninsulares, nuevas grabaciones de discos y anuncio de grandes noticias, como la que alumbra su próxima llegada a los Estados Unidos en el próximo mes de mayo para su primer tour norteamericano o la que les sitúa también ofreciendo un concierto en Guinea Ecuatorial en el mes de marzo. Como colofón a un año de mucha siembra y de mucha conquista también, Red Beard estrenó el mes de diciembre con la noticia de haber sido nominado por el programa Toma Uno (especialista en música americana), de Radio Nacional, como uno de los cinco mejores grupos españoles de 2015.

El objetivo claro de Jaime Fleitas es saltar barreras geográficas y hacer de la música el fin y los medios. Para ello, con un ojo examina por el microscopio y con el otro proyecta a través del telescopio. Por un lado están las canciones, génesis de todo, el buen material con el que ha hilvanado sus dos últimos ep: Nobody‘s gonna bring me down I y II, y a la par, el cuidado por la puesta en escena, una imagen cuidada y la renovada formación con la que se acompaña en sus apariciones en directo: Juanma Barroso (guitarra), Marcial Bonilla (banjo), Aly Blutler (armónica y percusión) y Álvaro Betancor (violín); por otro lado, la profesionalización de la banda, trabajando y dejándose trabajar por una productora local con la que ha crecido de manera exponencial, con una fórmula estudiada de aparición en los medios de comunicación y dando pasos siempre hacia la promoción exterior de su trabajo.

Así, con esa base por un lado y esa sana ambición por otra, Red Beard ha logrado ofrecer más de 30 conciertos en la Península en el 2015 y se asienta como un proyecto respetado también por los más fieles seguidores del género. Su nominación a mejor grupo nacional por Toma Uno viene respaldada por Manolo Fernández, conductor del programa y reconocido defensor e impulsor en España de los sonidos americanos.

Dentro de este marco propiciado por la emisora pública Radio Nacional, en una votación abierta en la que puede participar cualquier interesado, Red Beard compite hasta el 10 de enero (fecha hasta la que se puede votar) con Random Thinking, The Soul Jacket, Nat Simos y Jeff Espinoza.

En medio de esta vorágine, entre realidades y posibilidades, ¿qué valoración hace Jaime Fleitas del año 2015? “Pues muy positiva. Seguimos creciendo como banda y estamos teniendo muchos conciertos con muy buena aceptación, no nos podemos quejar. Aún quedan muchas cosas por hacer y seguir creciendo. Pero en líneas generales muy contentos con los resultados del trabajo que estamos haciendo”.

En territorio peninsular ha vivido las sensaciones más intensas. Era el tiempo de probarse fuera de casa y conocer de primera mano hasta dónde había llegado todo el laborioso trabajo de promocionar su música desde Canarias para el resto del territorio nacional. La acogida desde el primer momento fue calurosa y poco a poco su onda expansiva le ha permitido seguir sumando seguidores fuera del Archipiélago. Madrid, Bilbao, Granada, Pamplona, Santander, Castellón son sólo algunos de los lugares hasta donde este año han podido llevar su música: “Podemos decir que la acogida en la Península ha sido muy buena, la verdad. Llegar a una sala y verla llena de gente que no te conoce de nada y que ha venido a escucharte y a comprar tu disco y una camiseta no tiene precio. Muchas personas acudieron a nuestros conciertos porque nos habían escuchado en la radio, porque nos habían visto en otro sitio y repetían, porque se lo habían comentado otros amigos o simplemente por curiosidad. De todo lo vivido, además lo que nos supone una alegría especial es que nos podemos quedar con las reacciones del público después de los conciertos”.

Y así, casi de buenas a primeras, Red Beard ha superado el alto peldaño inabarcable para la gran mayoría de formaciones musicales independientes de Canarias, muchas de ellas incapaces de superar su propia desidia o presas de las limitaciones lógicas de la insularidad. Sólo el circuito de grupos de versiones es sostenible en las Islas. De resto, casi siempre queda el páramo tras los primeros dos o tres conciertos o la larga vida intermitente para los que se niegan a desaparecer y ofrecen unas pocas (muy pocas) actuaciones al año. “Creo que para nosotros –afirma Jaime Fleitas- todo empezó a cambiar a partir de la tercera gira por territorio nacional. También ha tenido que ver mucho la nueva formación. Ahora estoy con un equipo de personas de lo más profesional y con los que puedo contar para cualquier cosa, y eso lo hace todo más seguro y llevadero”.

Y todo dentro de un proceso vital en el que la música lo abarca casi todo: “No entendería mi vida sin ella. Podría decir también que muchos hacen deporte como elemento liberador, pues yo en ese mismo plano lo que hago son canciones. El proceso creativo es algo bastante personal. No tengo ningún secreto; las canciones van saliendo dentro de un proceso de lo más normal. Compongo en casa, tranquilo con mi guitarra, mis ideas, mi tabaco… y cuando más o menos las canciones tienen forma se las enseño a los compañeros de banda y la terminamos de pulir”.

Sus directos son una muestra práctica de que los buenos discos pueden incluso ser mejorados en las apariciones en vivo. No sólo defienden con firmeza y calidad sus grabaciones, sino que además ganan peso en el cuerpo a cuerpo. Una de sus evoluciones como banda en 2015 es un sencillo pero notable gesto que le ha permitido ganar presencia y matices sobre las tablas. A comienzo de año, Red Beard se presentó sobre el escenario del Teatro Guimerá como una formación sentada, cada miembro del grupo sobre su silla. Ahora en sus apariciones forman un único frente más activo, todos de pie de cara al público, con una conducta más dinámica, más visual, con capacidad de crear ambientes donde antes sólo había cinco hombres sentados. Este gesto, que podría parecer nimio, es la carta de presentación simbólica de un grupo que cada vez más cree en sí mismo.

Red Beard tiene mucho de canciones íntimas y de conciertos cercanos. Es un grupo que llega, casi desde la primera nota, que te arropa con su música y que te acerca allí donde alguna vez Johnny Cash creó algunas de las canciones más hermosas jamás creadas. Así lo hicieron el pasado 18 de diciembre en el Espacio Cultural CajaCanarias y así volvieron a cautivar a la audiencia, entregada.

Despacio, saboreando el presente pero situando las metas tan lejos donde llegue el horizonte y con una máxima inamovible: “No queremos correr, seguiremos con la fórmula que hemos seguido hasta ahora y que nos ha funcionado”.

Etiquetas
stats