Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Barcelona investiga el piso realquilado por Airbnb que su propietaria ha ocupado para recuperarlo

Barcelona multará hasta con 600.000 euros a las plataformas de pisos turísticos ilegales

Sergi Franch

El Ayuntamiento de Barcelona dice “basta ya” a Airbnb. Una vez más. La teniente de alcaldía de Barcelona, Janet Sanz, ha anunciado que un inspector municipal se ha dirigido este jueves a abrir expediente al inquilino de la Barceloneta que realquiló su piso a través de la plataforma y que la propietaria ha acabado ocupando.

La propietaria del piso descubrió que en él no se encontraba viviendo la persona a la que se lo había alquilado, sino que se había convertido en un piso turístico, por lo que hizo una reserva mediante Airbnb y ocupó su propio inmueble. La historia ha sido dada a conocer este jueves por el diario La Vanguardia, señalando la falta de control de la plataforma para cerciorarse de que no haya irregularidades como el realquiler.

El Consistorio barcelonés ha tenido conocimiento de la situación a través de la noticia publicada en el rotativo catalán, según ha afirmado. Montse Pérez, la propietaria, firmó el mes pasado un contrato de alquiler a razón de 950 euros al mes con un inquilino que se disponía a estrenar el piso recién reformado. Según la información de La Vanguardia, el piso era alquilado en la plataforma a 200 euros la noche, aunque el anuncio ya ha sido retirado. En julio y agosto el precio subía hasta los 230-250 euros.

Según ha explicado la teniente de alcaldía de Ecología, Urbanismo y Movilidad, Janet Sánz, el Ayuntamiento tiene intención de abrir un expediente sancionador contra la propietaria, que deberá demostrar que es el inquilino –y no ella– quien realquila el inmueble como equipamiento turístico. El año pasado, Sanz ya anunció veinte medidas contra las viviendas de uso turístico ilegal, entre las cuales el aumento de inspectores que rastrean y detectan pisos que puedan estar utilizándose con esta finalidad.

Airbnb ya fue sancionada el año pasado, por lo que podría recibir ahora una sanción de 600.000 euros por reiteración de las infracciones de publicidad de pisos de uso turístico ilegal y no colaborar con la administración.

Este jueves expira la reserva hecha por la propietaria que se encuentra en el piso, pero nadie ha pasado a recogerle las llaves. Según han explicado a La Vanguardia, los propietarios llevan tiempo intentando contactar con el inquilino sin ningún resultado, y han cambiado la cerradura del piso.

Etiquetas
stats