Emilio Gutiérrez Caba y Carlos Hipólito homenajean a Adolfo Marsillach

Emilio Gutiérrez Caba, Carlos Hipólito, Joan Ribau y Silvia Marsó han homenajeado hoy al dramaturgo y actor Adolfo Marsillach, al que han definido como un “icono del teatro” de nuestro país, “sabio” o “artesano” con motivo del 30 aniversario de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, institución creada por él.

Una gran imagen de Marsillach sonriente ha protagonizado este acto celebrado en el CaixaForum de la Obra Social de la Caixa, entidad que lleva a cabo junto con Blanca Marsillach, hija del director teatral, un proyecto de teatro para mayores llamado “Entre versos y Marsillach”, que se subirá a las tablas de este centro cultural esta tarde, tras visitar siete ciudades españolas.

Durante el acto, el intérprete Emilio Gutiérrez Caba, uno de los que más trabajos realizó junto al dramaturgo catalán (Barcelona, 1928-Madrid, 2002), ha confesado sentirse “huérfano” desde que falleció con el que empezó en televisión con el programa “Fernández, punto y coma” (1963).

“Adolfo formaba parte de la existencia de toda nuestra familia, confió en nosotros. Ya no sé a quién preguntarle”, ha expresado poniendo de relieve la relación estrecha que existía con los miembros de familia Gutiérrez Caba, una de las más presentes en la Compañía Nacional de Teatro Clásica tras ser creada por Marsillach en 1986.

Pero el actor vallisoletano también ha aprovechado el acto para pedirle disculpas a Marsillach: “Que no esté aquí es un dolor, si estuviera estaría avergonzado de cómo está la cultura española. Perdónanos”, ha dicho aprovechando la presencia en el acto del secretario de Cultura, Fernando Benzo.

En este sentido, tras subir al escenario, Benzo se ha dirigido a los actores presentes para confesarles que estaba “orgulloso” de estar junto a ellos y que momentos como este eran de las “pocas alegrías” de su cargo.

“Cuando tomé posesión me puse al servicio de los creadores, porque si pueden crear en las situaciones adecuadas los ciudadanos saldrán beneficiados”, ha añadido Benzo, quien previamente ha bromeado con el recuerdo de que Marsillach siempre fue alguien cercano a él por el “gran parecido” con su padre.

Además, el secretario de estado, preguntado por el nombramiento del nuevo director del Prado, ha vuelto a recordar que se trata de un “proceso interno” y que el nombre del elegido no se conocerá “oficialmente” hasta que el ministro de Cultura no se lo comunique al presidente del Gobierno.

Por su parte, los intérpretes Carlos Hipólito y Silvia Marsó han destacado de Marsillach su forma de trabajar y lo que estar con él supuso para sus carreras profesionales.

“Es un icono en el teatro de este país -ha afirmado Hipólito- lo ha hecho todo y todo lo ha hecho bien. Tenía capacidad de haber bueno todo lo que tocaba. Le tengo que agradecer todo lo que aprendí”.

Palabras que ha compartido Marsó, quien se estrenó en la Compañía Nacional de Teatro Clásico con “La gran sultana” de Cervantes: “Era un sabio, muy directo, te decía las cosas tal cual. La experiencia más importante no era trabajar con él, sino estar con él”.

Al acto también han estado otros actores, como Juanjo Artero o Joan Ribó que, pese a no haber trabajado con él, han confesado la gran influencia que ha tenido en sus carreras: “Ningún director ha tenido su dimensión”, ha puntualizado Ribó.