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Julie Delpy: “En Hollywood no hay vida para las mujeres después de los cuarenta”

Mónica Zas Marcos

Julie Delpy llega a la sala con una apariencia que dista poco de aquella universitaria soñadora de Antes del amanecer. Se quita las gafas y maldice en francés porque ha comido algo con los dedos y después se ha tocado las lentes. En su cara quedan al descubierto varias marcas de preocupación y felicidad que nos trasladan en el tiempo a la Julie curtida de Antes del anochecer. “El otro día fui al oculista porque creía que me estaba quedando ciega y me sacó una toallita para los cristales”. Y se ríe, mezclando temas de conversación con chistes como si estuviese interpretando uno de sus guiones cómicos. 

Su humor ha sido comparado con la rapidez neurótica de Woody Allen, ante lo que se confiesa halagada pero reconociendo que está más cómoda con la etiqueta de ironía francesa. “No creo que tengamos nada en común aparte de que ambos somos Sagitario, y no creo en esas sandeces”. Ahora presenta en Madrid Lolo, que ya ha sido alzada a la cúspide de la comedia en Francia por mofarse del esnobismo parisino, hablar de sexo con picardía y contar con Dany Boon, la cara más peculiar del género.

Aunque podría parecer que Delpy tiene todas las virtudes para que los estudios avalen sus proyectos, la francesa confiesa que apenas llega a la mitad del presupuesto necesario. Reconoce con un gesto de preocupación que se pasa el día haciendo cuentas y que Lolo es la primera película en la que ha cobrado algo por dirigir, producir, componer la banda sonora y escribir el guión. “A las mujeres no se nos hace ni caso, y no solo en Hollywood”, dice subrayando la filosofía de la eterna juventud y el machismo que existe en Estados Unidos. Pero asegura que ella seguirá insistiendo mientras le queden guiones con su firma en la recámara. Y ahí hay Delpy para rato.

Lolo es una comedia con un trasfondo psicópata muy oscuro, ¿no habría sido mejor tratar este complejo de Edipo a través del drama?Lolo

Lolo es una especie de Edipo moderno con un comportamiento muy ególatra. No es que ame a su madre ni asesine a su padre, sino que la manipula para su propio beneficio, por sus contactos. Para mí es un reflejo de la sociedad de hoy en día. Siempre me ha gustado hablar de temas oscuros a través de la comedia, es una forma divertida de afrontar la parte más escabrosa de la vida. Me fijé mucho en los psicópatas de Scorsese, en El rey de la comedia, Goodfellas y After Hours. Incluso en El resplandor, que a mí me hace mucha gracia. 

Ya es su cuarta comedia en la cartelera internacional, ¿no teme encasillarse en un género?

¿Te soy sincera? Tengo escritos montones de guiones dramáticos, pero nunca me han dado la oportunidad. En esta industria es más fácil conseguir financiación para la comedia que para cualquier otro género. Es muy romántica esa idea del escritor que plasma su guión en una película, como el que publica una novela. La realidad es que incluso la película más pequeña del mundo necesita miles de millones de euros de producción. 

Pero además en mi caso se junta un fenómeno que no alcanzo a comprender. Llevo casi veinte años presentando guiones y nunca he conseguido más que la mitad del presupuesto que necesito. La gente puede pensar que lo tengo más fácil por gozar de cierto estatus en el sector y en Hollywood. Pero vivo en una especie de mito de Sísifo, donde mis películas consiguen una gran recaudación y cuando presento mi próximo proyecto continúa siendo acogido como el primero. 

¿Ni siquiera después del éxito en la taquilla francesa de Lolo?Lolo

Al revés. Ha sido una odisea encontrar una productora para mi próxima película, una ciencia ficción con tintes dramáticos de fe y pérdida que se va a rodar en Reino Unido. Justo antes de venir, el productor me ha mandado un correo diciéndome que solo obtendremos 2.5 millones de los 4.9 que necesitamos. ¿Cómo se puede hacer una buena película con la mitad del presupuesto?

Perdona que hable todo el rato de financiación, pero me paso el día cuadrando las cuentas. Por supuesto, me tocará volver a componer la banda sonora, dirigir, producir y escribir gratis, como en Dos días en París y Dos días en Nueva York. Con Lolo es la primera que he recibido una nómina, aunque pequeñita, no te creas. (ríe)

Dijo una vez que solo su maestro Krzysztof Kieslowski le animó a dirigir cuando era joven, ¿cree que ahora el salto es más fácil para las mujeres?su maestro Krzysztof Kieslowski

A las mujeres no se nos hace ni caso, sobre todo en Hollywood. Yo soy una privilegiada porque he podido hacer mis películas, pero el camino no ha sido nada fácil. Creo que en Europa la situación está mejorando, sinceramente. Pero las productoras de Estados Unidos creen que está de moda decir que son feministas, cuando es mentira. Es curioso, pero las productoras independientes son incluso más machistas que los grandes estudios.

Si una mujer saca su carácter cuando está al mando dirán que es una histérica, pero si lo hace un hombre es respetable. Todos se imaginan que los directores deben ser como D.W Griffith, que se presentaba en el set vestido de camuflaje como si fuese a cazar elefantes. Por eso ahora todos los tíos llevan gorras de beisbol, riñoneras y pantalones militares en el rodaje. De hecho, creo que por eso Kathryn Bigelow ganó el Oscar: porque vestía con ropa de tipo duro (risas). 

Las conversaciones entre Violette (la protagonista) y Ariane (su mejor amiga) rompen cualquier tabú sobre sexo y edad. ¿Hay un cambio de tendencia?

Ya se han hecho ficciones sobre mujeres que hablan de sexo sin complejos, como Girls o incluso Sexo en Nueva York. Pero es cierto que en el cine se ha visto menos. Y sobre todo no se ha hablado de sexo con sentido del humor. Creo que es una forma de tranquilizar a los hombres, porque les resulta más difícil imaginarnos riéndonos del sexo que solo hablando de ello. 

Si las mujeres empiezan a hacer chistes con sus penes, ellos se ponen nerviosos. Y yo lo he hecho en todas mis películas (ríe). Debo ser aterradora para los hombres. Bueno, para algunos hombres. Por eso creo que es necesario que haya más directoras y guionistas detrás de las películas, para reflejar por fin una imagen real de nosotras mismas.

Esa es una de las principales luchas en Hollywood, ¿es cierto que condenan a las mujeres maduras al ostracismo?

En Hollywood defienden que lo joven es cool y yo creo que lo viejo es cool. Allí piensan que no hay vida para una mujer después de los 40. Nos ven como una especie de madrastras de Blancanieves, unas locas que vienen a quitarle el puesto a las jóvenes promesas con cutis perfectos. Viven en su realidad paralela, en su mundo de Disneylandia. 

De hecho, estuve en una cena en Hollywood hace unos días y quedó esto bien claro. Todos los hombres (productores, guionistas, empresarios...) mayores de 65 llevaban a una chica de 25 al lado. Las mujeres mayores de 65 iban solas. Es el estúpido reflejo de su filosofía. 

Causó cierto revuelo en la última gala de los Oscar al decir que preferiría ser un hombre negro que una mujer, ¿por qué cree que se malinterpretó?que preferiría ser un hombre negro que una mujer,

Ser feminista levanta muchas ampollas en el sector, así que sacaron ese comentario totalmente de contexto para llamarme racista. Yo me refería a que las minorías al menos son escuchadas, mientras que las mujeres son continuamente ignoradas y ridiculizadas.

Yo no me sentí capaz de escribir un guión hasta que rodé Antes del amanecer. Había entregado varios antes y me los rechazaron uno por uno. Pero Richard [Linklater] nos dejó improvisar a Ethan [Hawke] y a mí, y algunas de nuestras líneas alternativas gustaron más que el propio guión original. Lo que quiero decir es que en este mundo hay muchas personas que te van a disuadir de tus sueños y te harán pensar que no eres válido. Pero no hay una edad límite para crear y descubrir tus pasiones. Aunque para las mujeres es aún muy complicado, diría que unas cien veces más que para los hombres, y eso necesita su tiempo. No lo voy a cambiar yo, diga lo que diga sobre una alfombra roja.

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