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El Gobierno creará salas para identificar a posibles refugiados en las vallas de Ceuta y Melilla

Imagen de archivo: varios inmigrantes permanecen encaramados en la valla de Melilla en uno de los últimos intentos de salto. Foto: Robert Bonet

Desalambre

El Ministerio del Interior creará “unidades de atención a solicitantes de asilo y protección internacional en los puestos fronterizos habilitados de Ceuta y Melilla” en “los próximos meses”. El Gobierno ha decidido llevar a cabo la recomendación efectuada por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) antes del pasado verano, despues de anunciar su intención de legalizar las devoluciones inmediatas en frontera y la multitud de críticas arrojadas sobre esta decisión por vulnerar el derecho de asilo de las personas expulsadas de forma automática.

“Este proyecto, que reforzará las garantías del sistema de protección internacional y permitirá un mejor cumplimiento de las exigencias del Sistema Europeo Común de Asilo, se materializará en los próximos meses”, ha anunciado el Minsiterio del Interior a través de un comunicado. Sin embargo, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) recuerda que los inmigrantes y potenciales refugiados no tienen libertad para acercarse a los puestos fronterizos, ya que, cuando los intentan, se lo impide la Gendarmería marroquí. “La solución sería relativa”, considera Estrella Galán, secretaria general de CEAR.

El proyecto consiste en la creación de unas salas, similares a las existentes en los aeropuertos, situadas en los puntos habilitados de las fronteras de Ceuta y Melilla. Hasta el momento, las personas que huyen de conflictos o de persecución en sus países de origen, prácticamente solo pueden alcanzar territorio europeo a través de la vía irregular para solicitar protección internacional a través de la vía irregular: mediante los saltos de las vallas, embarcaciones o escondidos en vehículos. Tal y como se desprende de la nota oficial, estas personas podrán dirigirse a estas instalaciones en las fronteras tras indicar su necesidad de solicitar asilo.

Según explican desde el Gobierno, “las instalaciones, que se habilitarán dentro de la zona de control fronterizo, estarán claramente identificadas como lugares de formalización de solicitudes de asilo o protección internacional”. De esta forma, aseguran “se evitará el traslado del solicitante fuera del recinto fronterizo” para que el solicitante reciba la información necesaria y pueda formalizar, en su caso, su solicitud de asilo.

En estos lugares, los potenciales solicitantes de asilo formalizarán sus peticiones ante el Cuerpo Nacional de Policía, acompañados de “un intérprete y de asistencia letrada”. Una vez efectuado este trámite, su admisión debe ser estudiada en la Oficina de Asilo y Refugio, dependiente del Ministerio de Interior, en un plazo máximo de ocho días, según el comunicado oficial.

En este punto aparece una novedad con respecto a las salas existentes para este mismo fin: mientras se estudia su admisión a trámite, los solicitantes de asilo no tendrán que permenecer en las dependencias sino que podrán ser acogidos en el CETI o en un alojamiento privado.

En caso de ser inadmitida, el extranjero, si no puede acogerse a otra forma de residencia en España, como el permiso por motivos humanitarios, será expulsado o devuelto al lugar de procedencia, tal y como recoge el artículo 37 de la Ley de Asilo. Si la solicitud es aceptada, se activará los mecanismos de protección del Estado establecidos en la misma mormativa a la espera de la resolución de su solicitud. Este proceso, aunque tiene establecido un plazo máximo de seis meses, suele alargarse de media unos dos años.

Atendiendo a la Ley de Asilo, el solicitante cuenta con el derecho de libertad de circulación por el territorio nacional, sin embargo, esto no ocurre en Ceuta y Melilla, donde las personas que piden protección internacional no pueden salir de las ciudades autónomas hasta la resolución definitiva de su solicitud, lo que les obliga a estar bloqueados en Ceuta o Melilla durante años.

El Ministerio del Interior no detalla el coste que supondrá la puesta en marcha de esta iniciativa y se limita a especificar que “requerirá tanto una inversión en instalaciones, como en recursos humanos, ante la necesidad de reforzar el personal que preste atención a los solicitantes para informar y tramitar las solicitudes, proveer la dotación necesaria de intérpretes y adecuar las necesidades de personal instructor de las solicitudes por parte de Oficina de Asilo y Refugio”.

CEAR alerta de posibles obstáculos de acceso a estas salas

La secretaria general de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), Estrella Galán, aplaude que el Ministerio del Interior vaya a crear unidades de asilo y refugio en los puestos fronterizos de Ceuta y Melilla, pero pide garantías de que los solicitantes subsaharianos podrán acceder, dado que en Marruecos no tienen libertad de circulación.

“Nos preocupa que no se garanticen las posibilidades de acceso a estas unidades fundamentalmente en el caso de los subsaharianos, para quienes sería casi imposible llegar a los puestos fronterizos de Ceuta y Melilla. Si la gendarmería marroquí va a impedir que los subsaharianos lleguen, la solución va a ser sólo relativa”, Galán en declaraciones a Europa Press.

En concreto, para llegar hasta el puesto fronterizo de Ceuta y Melilla por tierra desde Marruecos es necesario superar un control previo de la gendarmería marroquí, lo que podría suponer un problema para los ciudadanos de países subsaharianos que viven en el reino alauí sin permiso de residencia y que, por tanto, carecen de libertad de circulación.

“Por eso los subsaharianos se esconden en el monte Gurugú, porque no pueden deambular por Marruecos, especialmente cerca de las fronteras con Ceuta y Melilla, de forma tranquila y libre”, recuerda Galán, que incide en que el derecho de asilo debe ser accesible para todo el que lo necesite, “sea de la nacionalidad que sea”.

“La iniciativa de crear unidades de asilo y protección internacional sólo se podría considerar un paso completo si se garantiza que las personas de origen subsahariano pueden llegar sin tener que enfrentarse al salto de la valla. Estaremos vigilantes para ver cómo se desarrollan estas unidades y si se garantiza el acceso de cualquier persona susceptible de protección internacional”, ha señalado.

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