Sudán, Egipto y Etiopía firman declaración de principios sobre presa etíope

Los presidentes de Sudán, Omar al Bashir, y de Egipto, Abdelfatah al Sisi, y el primer ministro de Etiopía, Haile Mariam Dessalegne, firmaron hoy en Jartum una declaración de principios sobre la polémica “Presa del Gran Renacimiento Etíope” (GERD).

En la reunión que precedió a la firma, los tres líderes discutieron sobre las fórmulas para que Sudán y Egipto conserven sus cuotas de agua después de que Etiopía concluya la construcción de la presa, según explicó a Efe un responsable sudanés.

La declaración de principios estipula, entre otros puntos, la determinación de un marco para el uso del agua después de la construcción de la presa y el inicio de su funcionamiento.

Además, establece la elaboración de bases técnicas que deben ser acordadas por expertos de los tres países para evitar daños a cualquiera de ellos.

El jefe del Gobierno etíope destacó en un discurso que “la Presa del Renacimiento no causará daños a Sudán y Egipto, específicamente al pueblo egipcio”.

Por ello, consideró que ya no hay razón para la desconfianza, por lo que manifestó su esperanza en que el acto de hoy abra la senda a una mayor colaboración entre los tres Estados.

Por su lado, el presidente egipcio señaló en su alocución que la firma de la declaración de principios entre los tres países supone el primer paso en la marcha de la cooperación tripartita.

Tras los discursos oficiales, el mandatario egipcio se salió del guión y dijo que él era un ciudadano de Egipto que enviaba un mensaje a los pueblos de la cuenca del río Nilo.

“Yo informé a Etiopía de que no tenemos (en Egipto) ninguna objeción al desarrollo del pueblo etíope, pero tengan en cuenta que el pueblo egipcio vive sólo del agua que le llega de este río”, subrayó Al Sisi.

Por su lado, Al Bashir señaló que su Gobierno estableció como prioridad el refuerzo de los lazos con El Cairo y Adis Abeba, y calificó la firma de hoy como un paso histórico y bendito para fortalecer la confianza entre los tres países.

“La colaboración es el único camino para los Estados de la cuenca del Nilo, por lo que todos deben trabajar para asentar las bases que propicien esta cooperación”, concluyó.

La construcción de la presa GERD, cuyo coste se estima en casi 5.000 millones de dólares (unos 3.700 millones de euros), comenzó en 2011 en el Nilo Azul, como parte del programa hidroeléctrico etíope, y su conclusión se espera para 2016.

Etiopía confía en que la presa, cuya producción se estima en 6.000 megavatios, forme parte de una red de exportación de electricidad barata a los países de la región, incluido Egipto, y asegura que el flujo fluvial no se verá afectado.

Sin embargo, El Cairo se ha opuesto tradicionalmente a su construcción porque considera que perjudica su abastecimiento de agua, que ya es insuficiente.