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República Dominicana: una luna de miel irrepetible

ED Creativo

República Dominicana es un destino que sorprende y por eso es aconsejable desechar los tópicos. No en vano, el país, mucho más que sol y playa, ofrece posibilidades infinitas: turismo de naturaleza, oferta cultural, gastronómica, de ocio…

La isla también es un destino ideal para disfrutar en pareja. Así, hacer de la luna de miel la experiencia romántica que cualquier pareja espera es sencillo con el abanico de posibilidades que brinda República Dominicana. Desde las hermosas playas de Punta Cana y Bayahibe, al lujo de la Romana, la historia y el romanticismo colonial de la capital, Santo Domingo, el espíritu aventurero de Puerto Plata, o la naturaleza cautivadora de Samaná.

Es buena idea repartir el tiempo entre las distintas zonas del país, escogiendo en función de aquello que más nos atraiga. Para los amantes de la historia, revivir la llegada de los españoles constituirá una visita realmente interesante, recorriendo la Ciudad Colonial, la primera establecida en el Nuevo Mundo, por Bartolomé y Diego Colón, y que es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Muchos edificios datan del siglo XVI y algunos albergan museos, testimonio de la historia de América y de España. También en Puerto Plata es posible seguir las pistas de la llegada de los españoles, haciendo parada en la Fortaleza de San Felipe, bastión levantado frente al mar en 1541, y luego “avanzando” en el tiempo en un paseo por el corazón de la ciudad para admirar las casas de estilo victoriano, de los siglos XIX y XX.

Los que quieran disfrutar de la naturaleza deben anotar en su agenda de lugares imprescindibles la Cueva de los Tres Ojos en la capital, cavidad abierta de piedra caliza con cuatro piscinas naturales habitadas por peces y tortugas, y también la Reserva Ecológica de Punta Cana, un vergel con más de 500 especies de plantas exóticas en el interior de bosques tropicales. Para rematar la visita a la Reserva Ecológica, nada mejor que un refrescante baño en una de las 11 lagunas del Parque Ecológico Ojos Indígenas. Y si el lugar elegido es Samaná, no puede perderse el Parque Nacional de los Haitises. Recorrerlo en un bote y disfrutar de su hermosa y numerosa flora, de los manglares, estar rodeado por más de 100 especies de aves, y una amplia variedad de mamíferos así como visitar cuevas con muestras de arte Taíno pre-colombino, será una experiencia inolvidable que compartir.

Y, por supuesto, 650 km de playas de arena fina y aguas turquesas para dar paseos románticos, 14 parques nacionales que acogen sorpresas inimaginables, magníficos hoteles y resorts, infinidad de opciones de deporte y entretenimiento, incluido el merengue y la bachata, ideales para los recién casados, también les esperan.

Para más información visita www.GoDominicanRepublic.com.

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