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14 familias de la Corrala de Mérida se sientan en el banquillo tras denunciarles el 'banco malo'

Foto de familia de los habitantes de la Corrala de Mérida

Jesús Conde

Vivían en un estado de incertidumbre permanente. Habían ocupado unas viviendas, que ningún propietario reclama públicamente.

Los rumores apuntaban a que las casas de la Corrala 1º de Mayo de Mérida eran de la Sareb, el banco malo, aunque durante meses no han tenido ningún tipo de noticias.

Ahora sí. Finalmente 14 familias de la corrala han sido llamadas a declarar el próximo 25 de septiembre. Se sentarán en el banquillo en calidad de imputados por un presunto delito de usurpación tras la denuncia de la Sareb.

Detrás de las paredes de la corrala hay personas que han pasado por el mal trago de enfrentarse a una ejecución hipotecaria, con problemas para llegar a final de mes. Otros cobrando un subsidio de 400 euros, con varios menores a su cargo, o a la espera de recibir una vivienda social.

Son personas a las que la crisis ha azotado con fuerza y desde hace unos cuatro meses han convertido las casas de la Urbanización de La Calzada en su hogar.

En este tiempo han aprendido a sortear toda clase de episodios. Meses atrás la empresa Aqualia les cortaba el agua corriente, justo cuando el verano dejaba sentirse con las primeras olas de calor. De manera casi simultánea se apagaba la luz de las farolas--que luego volvió--. El corte del alumbrado público solo afectaba al módulo de viviendas que habían sido ocupadas, y no al resto del barrio de La Calzada de Mérida.

El colectivo también ha presentado dos denuncias ante los Juzgados de Mérida por presuntas vejaciones y maltrato por parte de algunos efectivos de la Policía Nacional.

Quieren pagar un alquiler social

La Corrala insiste en que quieren pagar una renta social y rehabilitar las casas. Un trabajo que ya comenzaron teniendo en cuenta que se las encontraron a medio acabar, expuestas al expolio. Con los años, de las viviendas había desaparecido el mobiliario, las cristaleras o los cuadros eléctricos. Se encontraron habitaciones desnudas, sin nada.

El Ayuntamiento de Mérida ha mantenido varios encuentros con los miembros de la corrala, y defiende dar soluciones habitacionales individuales, no en grupo, para las familias con necesidades que se encuentran allí.

Semanas atrás transmitía el alcalde Antonio Rodríguez Osuna a este diario que se les ofrecerá soluciones a las familias, “pero tendrán que respetar los procesos”. “Vamos a intentar llegar a un acuerdo con los habitantes, para que abandonen en un momento determinado la corrala, y darles solución a las familias que lo necesiten”, señalaba.

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