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Los gastos del responsable de Control en Caja Madrid: golf, esquí, joyas, toros y chiringuitos playeros

Pablo Abejas (i), el hasta hace días presidente de la Comisión de Control de Caja Madrid, conversa con el miembro de esta comisión, Miguel Angel Araujo. Foto: EFE (Kiko Huesca)

Irene Castro

Rastrear los movimientos de la tarjeta black de Pablo Abejas, que fue presidente de la Comisión de Control de Caja Madrid, permite conocer dónde pasaba parte de su tiempo libre. El recién destituido director general de Economía de Ignacio González gastó con el plástico cientos de euros en hoteles, restaurantes, bares de copas e incluso chiringuitos en Marbella en pleno verano. También hay gastos en estaciones de esquí y campos de golf, además de miles de euros en tiendas de ropa o de muebles. El responsable de control de la entidad gastó un total de 246.315 euros con el plástico.

Sancti Petri, Marbella y Lanzarote son buenos destinos para ir de vacaciones. Allí estuvo Abejas, según se desprende de los extractos de la tarjeta black de la que dispuso en su tiempo en Caja Madrid (2006-2011) y que están recogidos en el CD que analiza el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu y que ha provocado la citación como imputados de Rodrigo Rato, Miguel Blesa e Ildefonso Sánchez el próximo 16 de octubre. La existencia de las tarjetas “black” fue desvelada, sin embargo, diez meses antes, en diciembre de 2013. Entre los correos de Blesa publicados por el diario.es, que los obtuvo a través de una fuente anónima derivada por el Partido X, había uno en el que dos directivos de la entidad aludían al plástico.

Abejas estuvo en Cádiz en la primera quincena de agosto de 2006. Allí jugó al golf en el exclusivo campo de Sancti Petri, donde se dejó al menos 450 euros. Comió o cenó por la zona, en la marisquería Manguita o en el Timón de Roche (por 373 euros) y se alojó en el hotel Meliá Caleta de Cádiz (459 euros). En septiembre cargó a la tarjeta de la entidad financiera 100 euros en una partida que Caja Madrid registró como “masajes y saunas”.

4.000 euros en la plaza de toros de las Ventas

La caja de ahorros también asumió unas copas que se tomó en el Funky Buddha de Marbella y comidas en chiringuitos playeros de la zona. No sólo se llevaba la tarjeta opaca a la playa, sino que disfrutó de ella en sus viajes a esquiar. Por ejemplo, en Baqueira, la usó para una escuela deportiva y un hotel en el que se gastó 1.800 euros en enero de 2010.

Abejas pagó todo tipo de caprichos con el plástico, como los más de 4.000 euros que fueron a pagar a Taurodelta, SA -la empresa de la madrileña plaza de toros de Las Ventas-.

El entonces presidente de la Comisión de Control de la caja se dejó miles de euros en vinos adquiridos en Lavinia o y en compras en El Corte Inglés. El que hasta esta semana ha sido director general de Economía de la Comunidad de Madrid se fue de compras en varias ocasiones con la tarjeta corporativa. Llegó a gastar 3.700 euros en una joyería.

En Bimba y Lola se dejó 230 euros el 27 de diciembre de 2006. Era un cliente fiel de Gant y Hackett, donde a lo largo de sus años en Caja Madrid compró cientos de euros. La caja de ahorros también le pagó camisas a medida y zapatos de Lotusse.

El 20 de diciembre de 2008 Abejas gastó un total de 1.415 euros en El Corte Inglés. El extracto de la tarjeta no especifica qué productos adquirió. Un día después se fue a una gran superficie de juguetes en la que invirtió 630 euros en negro. También hizo compras en Ikea y en Habitat, una tienda de decoración.

En total, Abejas gastó 246.315 euros con la tarjeta corporativa black a efectos fiscales. Pero esos miles de euros no sólo se fueron en productos exclusivos, el director de Control de la caja de ahorros que tuvo que ser rescatada con dinero público llegó a pagar los 29,5 euros que le costaba la peluquería Kibo y el cine los fines de semana.

Tras conocerse la investigación por parte de Anticorrupción del escándalo de las tarjetas opacas de Caja Madrid, Abejas aseguro que no había hecho ningun gasto inadecuado y entendía por estos “pagar el alquiler o el colegio de los niños”, pero no los miles de euros con los que pagó desde ropa en Zara Kids hasta viajes valorados en miles de euros.

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