Urkullu: “No voy a caer en planteamientos irrealizables para Euskadi”

El candidato del PNV, Íñigo Urkullu, ha definido el acuerdo político forjado entre peneuvistas y socialistas como “un acuerdo de país”. Y en esa clave, ha defendido, desde el respeto al principio de legalidad y al principio democrático, la “capacidad de decidir y obligación de pactar” y un sitio para todas las sensibilidades políticas en el País Vasco.

Ademas, Urkullu ha pedido el reconocimiento de Euskadi como nación y la necesidad de acordar “mecanismos de bilateralidad efectiva que garanticen el cumplimiento de lo pactado con el Estado”. Pero siempre con los pies en el suelo: “Ni he caído, ni voy a caer en planteamientos irrealizables o insostenibles”, ha asegurado al pedir la confianza de la Cámara vasca en la sesión de investidura que se vive este miércoles en el Parlamento vasco.

Ha pedido, primero, en relación al “final ordenado de la violencia” terrorista, el desarme y la desaparición definitiva de ETA, el “paso pendiente más importante” que queda, y ha reclamado otra política penitenciaria en relación a los presos etarras. Tres exigencias recogidas en el acuerdo cerrado entre PNV y PSE-EE. “En materia de paz, memoria, convivencia y derechos humanos, propongo que renunciemos a ganarnos por mayoría, para ganar por acuerdo”, ha resumido.

Y en relación al nuevo estatus y la profundización del autogobierno, Urkullu ha reiterado su apuesto por alcanzar en el Parlamento vasco un amplio consenso para plantearlo, por las vías legales, para su aprobación en el Congreso. “Propongo un punto de encuentro respetuoso con la pluralidad de sentimientos de pertenencia nacional de nuestra sociedad”. “Ninguna solución es mejor que una solución acordada”, ha resumido, receta que ha defendido tanto para consolidar la paz, como para el nuevo consenso sobre el autogobierno vasco o “nuevo estatus”.

Íñigo Urkullu, tras escuchar con atención la intervención de la candidata de EH Bildu, Maddalen Iriarte, ha tomado la palabra para defender su candidatura, pero consciente de que va a ser “necesario un trabajo permanente de búsqueda de acuerdos”. Lo ha reconocido prácticamente desde el inicio de su discurso, que ha comenzado a las 10:47 de este miercoles.

“Nuestra prioridad sigue siendo garantizar el crecimiento y generar empleo, la ”mejor política social“, ha definido el candidato peneuvista, que ha empleado buena parte de su intervención en desgranar el pacto y los compromisos que asume para la nueva legislatura, la úndecima en el Parlamento vasco.

El candidato a lehendakari ha puesto en valor el acuerdo cerrado esta misma semana por los dos partidos que le van a permitir ser reelegido con mayoría simple en la sesión del jueves, dado que hoy no tendrá la mayoría absoluta necesaria para ser elegido en primera votación. PNV (28 parlamentarios) y PSE-EE (9 diputados) suman 37 diputados, a uno de la mayoría absoluta.

Agradecimiento a Ortuzar y Mendia

Ha agradecido expresamente a Andoni Ortuzar, líder del PNV, e Idoia Mendia, máxima dirigente del PSE-EE, por hacer posible el acuerdo que le va a poder ser reelegido en el cargo. “Reeditamos este espíritu de colaboración”, ha apuntado, recordando que la última transferencia lograda para Euskadi lo fue con el Ejecutivo socialista presidido por José Luis Rodríguez Zapatero.

Para lograr la reactivación económica, Urkullu no ha variado su receta: “mantener el rigor económico y presupuestario”, pero también inversión productiva y política de estímulo“. Pero ha defendido un rostro social a esa acción del Gobierno que aspira a presidir: la ”cohesión y justicia social es componente irrenunciable para el futuro de Euskadi“, pese a los recursos públicos ”muy limitados“, se ha quejado. Y se ha marcado un reto: ”reducir en un 20% la tasa de pobreza de Euskadi“, ahora en el 10,9% y consolidar la Renta de Garantía de Ingresos (RGI). Y otro ya conocido, incluido también en el pacto, bajar del 10% la tasa de desempleo (ahora en el 12,8%)

En materia educativa, sanidad y prestaciones sociales, el candidato peneuvista ha defendido los compromisos básicos acordados en el pacto entre PNV y PSE. Al igual que ha anunciado la aprobación de un nuevo programa de reactivación económica -con una dotación de 8.500 millones con el horizonte de 2010- similar al pactado con los socialistas en septiembre de 2013, fecha en la que las dos únicas familias políticas centenarias en Euskadi dejaron de darse la espalda, tras más de 15 años de enfrentamiento y desencuentros muy profundos.

Ahora, el pacto entre socialistas y peneuvistas abre un nuevo tiempo político en Euskadi. Esta realidad de mayoría suficiente, pero no absoluta, va a obligar a Íñigo Urkullu y a los dos partidos que le apoyan a trenzar acuerdos, el primero de ellos para sacar adelante los Presupuestos de 2017. Esta realidad va a permitir un juego importante a la oposición, sobre todo el eje que puede funcionar entre EH Bildu (18 escaños) y Elkarrekin Podemos (11 diputados).

Urkullu ha abandonado la tribuna a las 11:55 reclamando la confianza de la Cámara con una intervención muy transversal y, sobre todo, con la mano tendida a la oposición, sabedor de su mayoría no absoluta.

A esa hora, ya nevaba en el exterior del Parlamento vasco.