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Urkullu cesa a su asesor de víctimas, Txema Urkijo

Urkijo explica que el preso Pikabea le pidió que no entregase su carta a una víctima

Aitor Guenaga

Bilbao —

El lehendakari Íñigo Urkullu ha cesado a Txema Urkijo. Urkullu se enfrentaba a una de las decisiones más difíciles que ha tenido que tomar en relación con su equipo más directo, elegido personalmente por él, para pilotar la política de paz y convivencia de su Ejecutivo: la destitución de su asesor en materia de Víctimas, Txema Urkijo. Y finalmente se la comunicó al ya exasesor ayer mismo.

La decisión desequilibra de hecho un equipo de trabajo en el que Urkijo, exportavoz de Gesto por la Paz, funcionaba como contrapeso a su jefe directo, Jonan Fernández, secretario general de Paz y Convivencia y exportavoz de Elkarri. O eso es lo que esperaba el lehendakari, porque la realidad es que se produjo una clara incompatibilidad prácticamente desde el primer minuto para que Urkijo y Fernández trabajaran en equipo. Esta y no otra es la razón que ha dejado a Urkijo -que ha trabajado con gobiernos de todos los signos durante 11 años- fuera de la Lehendakaritza.

En la nota oficial remitida a los medios, Urkullu admitía que la razón que está detras de su decisión está basada en “las diferencias observadas” en la “metodología de trabajo común que ha de caracterizar al conjunto de la Secretaría General de Paz y Convivencia” y en las diferencias en la “interpretación y ejecución” de esa metodología de trabajo en común “constatadas” hasta la fecha.

Y en esta decisión, Urkullu sabía que lo de menos era el conflicto abierto por una carta del exmiembro de ETA Kepa Pikabea y miembro de la vía Nanclares dirigida hace año y medio -en la etapa del Gobierno socialista en la que Urkijo estaba junto a Maixabel Lasa a las órdenes del consejero de Interior, Rodolfo Ares- a una de las víctimas de la organización terrorista, Miguel Ángel Madariaga, y que Pikabea confió a Urquijo para que se la entregara a la víctima. Una misiva que nunca llegó a su destino porque, según ha explicado el propio Urkijo en su cuenta de Twitter, no había “garantía de discreción”.

Esa era la condición que le había impuesto el propio Pikabea y eso es lo que hizo Urkijo, “siguiendo instrucciones expresas del único responsable de la carta, Kepa Pikabea”, ha explicado Urkijo, que no ha querido realizar ninguna declaración pública sobre este asunto.

Urkijo no informó de este tema al lehendakari, ni mucho menos a Jonan Fernández, al entender que era una cuestión “relevante”, en palabras del portavoz del Ejecutivo vasco, Josu Erkoreka, pero que entraba en la relación de confianza que mantuvo y mantiene con Pikabea y que en ese caso atendía a las órdenes del exmiembro de ETA, preso ahora en la prisión de Zaballa. De hecho, las explicaciones que de manera sucinta ha venido dando en las últimas 24 horas a través de su cuenta personal de Twitter Urkijo han sido ampliadas en un informe que, a petición del lehendakari, remitió a Urkullu el pasado domingo el aun asesor de Víctimas.

El tema de la carta y la exigencia de dimisión de Urkijo por parte del Colectivo de Víctimas del Terrorismo y de explicaciones por parte de parlamentario de UPyD, Gorka Maneiro, era lo que estaba dificultando la toma de decisión. El equipo que asesora a Urkullu entiende que la destitución de Urkijo desequilibra la idea de equipo inicial que quiso trasladar el lehendakari al conformarlo y, además, puede dar alas a los sectores más críticos con la política de paz que lleva adelante Jonan Fernández desde la Secretaría General de Paz y Convivencia. El PP ayer cargaba contra la decisión al considerar que esta decisión “Urkullu se escora aún más hacia un relato equivocado sobre el terrorismo”, en palabras de su portavoz en la Cámara, Borja Sémper.

Ademas, Urkullu si finalmente optaba por vestir su decisión como una suerte de pérdida de confianza por no haber sido informado de algo que ocurrió cuando gobernaban los socialistas, se arriesgaba a que el propio Pikabea opte finalmente por hablar y defender la actuación de Urkijo ya que, según éste, lo único que habría hecho el asesor de Víctimas es seguir a pies juntillas sus “instrucciones”. En la nota oficial no se menciona nada relacionado con este hecho y se “agradece” el trabajo realizado por Urkijo “durante once años de responsabilidades en el Gobierno vasco en sucesivas legislaturas en el ámbito de los Derechos Humanos y la Atención a las Víctimas del terrorismo”, justo los dos papeles que ha desempeñado Urkijo en estos años.

Reunión el viernes

Pero en el encuentro que celebraron el viernes, Urkullu y Urkijo volvieron a tratar un asunto que el lehendakari sí conoce desde hace varios meses: que el equipo elegido por él para pilotar la política de paz y convivencia, con Jonan Fernández a la cabeza, no funciona como tal, dada la “incompatibilidad” existente a la hora de trabajar entre el exportavoz de Elkarri y el exportavoz de Gesto por la Paz y las múltiples desavencias internas que se han producido entre ambos. La ultima en la reunión el martes del Consejo de Víctimas, en el que públicamente Urkijo cuestionó parte del discurso de Fernández. El otro miembro del equipo y actual directora de Derechos Humanos es Mónika Hernando.

Y, al parecer, en esa reunión que mantuvo con el lehendakari el viernes, Urkullu se comprometió a tomar una decisión para el lunes, algo que no se ha producido por las dificultades añadidas que tiene explicar la razón ultima de la decisión. “Por tu dignidad y por la mía hay tengo que tomar la decisión ya”, le vino a decir el lehendakari a su asesor. Dado que el asunto corría el riesgo de pudrirse y mermar más la credibilidad del Ejecutivo en una materia siempre complicada y con muchas aristas como la pacificación, la convivencia y el final del terrorismo.

Finalmente, la explicación no deja lugar a dudas: “Las razones de esta decisión están basadas en la metodología de trabajo común que ha de caracterizar al conjunto de la Secretaría de Paz y Convivencia y las diferencias observadas en su interpretación y ejecución hasta las fecha constatadas”.

Txema Urkijo explicará su versión de los hechos en las próximas horas. Ayer noche agradecio a través de su cuenta de Twitter los apoyos. “Gracias a quienes me estáis trasladando vuestro afecto, aprecio y cercanía. Un abrazo fuerte, sincero animado a todos. Seguiremos ahí”. Y le puso música a su final como alto cargo en el Gobierno vasco: colgó en su cuenta una canción del cantaautor cubano, Silvio Rodríguez, 'Resumen de noticias' (del LP Al final de este viaje) con la leyenda: “Siempre creí que un día como hoy era esta la canción que tenía que sonar”.

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