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Saludos franquistas entre los escasos asistentes a una nueva protesta contra Manuela Carmena

Fátima Donado

Seis furgones policiales frente a la sede del PSOE, en Ferraz, y, en la acera de enfrente, en la terraza de una panadería, la manifestación. “No nos han dejado concentrarnos delante del PSOE, pero, en cambio, los del 15M sí pudieron acampar en la cara de Esperanza Aguirre”, explica una de las mujeres que ha acudido a la protesta “Por un Gobierno de centro” que fue cancelada por los organizadores tras no recibir autorización de la Delegación del Gobierno. Algunos, la mayoría, estuvieron en la manifestación en Colón del sábado que terminó con agresiones a periodistas.

En la protesta han participado cerca de cuarenta personas. Algunas han portado banderas de España, salvo un joven que ha ondeado los colores venezolanos. “No queremos convertirnos en Venezuela”, ha reivindicado.

Las razones de la concentración improvisada son pedirle al PSOE “coherencia y cordura”. “Decían que no iban a pactar con populismo, que lo cumplan. No queremos a Podemos”, ha aclarado una manifestante. “Somos un país europeo. No queremos comunismo”, para así apoyar a una de sus amigas.

Los manifestantes han valorado la maniobra de Esperanza Aguirre de ceder, incluso, la alcaldía a Antonio Miguel Carmona, de “heróica” y muy poco “soberbia”. Además, han explicado que ha vuelto a la política solo para “salvar Madrid”. “Me toca las narices tener que pedir algo al PSOE, pero esta vez lo haré, porque se van a cargar la ciudad”.

También ha sonado el “Viva España” de Manolo Escobar. Los asistentes han asegurado que no les importa Pablo Iglesias, que “nos llega con Manuela Carmena”. “Esta señora ya ha explicado lo que quiere hacer y nos parece una locura. A mí que no me toque mis bienes”, ha dicho una mujer que acababa de conocer a sus acompañantes. “Como nos toquen lo que es nuestro que no extrañe a nadie que salga un líder de derechas, que puede estar escondido, y estalle otra guerra civil”, ha asegurado. Nadie se ha echado las manos a la cabeza, en el círculo en el que debatían, por este aviso.

Ha habido tiempo para los himnos y los signos. Varios asistentes alzaron su brazo derecho. “Sí, son de la Falange”, explicaban tres mujeres en un corrillo mientras empezaba a anochecer en Ferraz. Y se han justificado: “Todo el mundo tiene derecho a manifestarse. Tanto los comunistas de Podemos como los falangistas”.

Finalmente, la manifestación se ha diluido con las banderas enrolladas y repartiendo folletos con fecha del 13 junio. La protesta comenzó a las siete de la tarde. A las ocho y media no quedaba nadie. Los empleados de la panadería salieron a barrer y a recoger la terraza ocupada hasta hacía unos minutos por los “anti-podemos”, como el mismo encargado los define. “Hemos perdido clientela, se han apoderado de la terraza”, lamentaba uno de los camareros. La protesta tanscurrió sin altercados y “no hemos dejado ni un solo papel en el suelo, como los perroflautas”, replicaba una mujer antes de doblar la esquina.

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