Israel cancela la residencia a cuatro atacantes palestinos de Jerusalén

Israel canceló hoy la residencia en Jerusalén a cuatro palestinos acusados de la muerte de varios israelíes en ataques cometidos desde septiembre, informó el Ministerio del Interior.

“Se trata de una decisión excepcional pero la gravedad de sus hechos la justifica”, adujo el ministro del Interior israelí, Arie Deri, en un comunicado del que dan cuenta medios locales.

Se trata de tres jóvenes palestinos que el 13 de septiembre de 2015 lanzaron piedras a una carretera en Jerusalén Este y, como consecuencia del impacto de una de ellas, un conductor israelí de 64 años se estrelló y falleció, y se convirtió en el primer muerto judío de la actual ola de violencia que sacude la zona.

Desde entonces, han muerto otros 26 israelíes y tres extranjeros, además de 161 palestinos, más de la mitad de estos últimos en ataques o presuntos ataques.

El cuarto caso hoy de revocación es el de un palestino de la localidad de Yabel Mukaber que entró en un autobús de línea a principios de octubre y mató a tiros a tres israelíes de entre 51 y 78 años.

Deri apeló al artículo 11 de la Ley de Entrada en Israel para justificar su decisión.

“En sus ataques terroristas se aprovecharon de la libertad de movimiento en Israel que les concede su estatus como residentes”, explicó el ministro sobre la tarjeta de la que disponen los palestinos de la parte oriental de la ciudad, ocupada por Israel desde 1967 y anexionada en 1980.

Esta tarjeta, de la que no disponen los palestinos de Cisjordania, les ofrece la residencia, libertad para moverse por todo el territorio israelí y derechos sociales, fruto de una anexión que Israel hizo de la ciudad aunque nunca fue reconocida por la comunidad internacional.

Según el ministro, “la residencia, y más aún la residencia permanente, no sólo concede derechos, concede obligaciones y una lealtad básica”.

Desde 1980, Israel sólo ha aplicado la revocación de la residencia en otras cuatro ocasiones.

Hace poco más de diez años anuló la de los miembros de un grupo acusado de terrorismo que vivían en Siloé, después por fases a cuatro diputados del Parlamento palestino, y hace año y medio la de un palestino que trasladó en su coche al suicida de un ataque contra una discoteca en Tel Aviv, en el que murieron unos veinte adolescentes y jóvenes israelíes.