PNV y Sortu acuerdan buscar puntos de consenso sobre la paz y el nuevo estatus

El PNV y Sortu se han comprometido, tras una reunión mantenida hoy en Bilbao, a buscar “puntos de acuerdo suficientes para avanzar” en el proceso de paz y de convivencia, así como en la definición de un nuevo marco jurídico y político para Euskadi.

El encuentro ha tenido lugar en la sede jeltzale de Sabin Etxea y a él han asistido, por parte del PNV, su presidente, Andoni Ortuzar, y Joseba Aurrekoetxea, y de Sortu, su máximo responsable, Hasier Arraiz, y Rufi Etxeberria, informan los dos partidos en sendos comunicados.

La cita tiene lugar después de que en las últimas semanas, hubiera un cruce de reproches por la situación de los presos de ETA, lo que llevó a Sortu a pedir una reunión para rebajar la tensión e intentar avanzar en escenarios de colaboración.

Aunque en la cita “se han constatado las diferencias entre ambas formaciones, que ninguna de las dos pretende ocultar”, PNV y Sortu muestran su deseo de llegar a pactos, señala el comunicado de los jeltzales.

“Ambos partidos estiman, no obstante, que la sociedad vasca se merece hacer el esfuerzo de intentar llegar a puntos de acuerdo suficientes para avanzar en el proceso de paz y de convivencia, así como en la definición de un nuevo marco jurídico-político para Euskadi”, destaca la nota.

El compromiso de PNV y Sortu es reanudar los contactos a partir de septiembre para “profundizar en este proceso” y “explorar vías de diálogo político que contribuyan a la normalización de Euskadi y al reconocimiento de su identidad nacional”.

Según la formación de la izquierda abertzale, la reunión de hoy ha servido para intercambiar lecturas sobre el momento político actual y tratar de “asentar las bases para un posible trabajo en común entre los dos partidos, siendo conscientes de las dificultades existentes”.

En su propia nota, Sortu defiende dar continuidad a los contactos con el PNV a la vuelta del verano “sabedores de la importancia del diálogo para la puesta en marcha de cualquier trabajo en común”.

Para ello, ve “necesario acceder a un mínimo nivel de confianza mutua y mejorar la comunicación entre ambas partes”.

El PNV ha subrayado que “el nuevo tiempo político” que se debe “construir en Euskadi exige una mayor capacidad de diálogo y acuerdo entre los diferentes partidos democráticos, y ése va a ser su empeño”.

Para cumplir este objetivo, la formación que lidera Ortuzar “anima al resto de formaciones políticas a que, con generosidad, pongan los intereses generales de la ciudadanía por encima de las disputas partidistas”.

El nuevo curso que se abrirá en septiembre “brinda una nueva oportunidad para intensificar un diálogo político multilateral que, sin exclusiones, aborde los problemas de la sociedad vasca e intente darles solución”, reafirma el PNV.

La cita de hoy tiene lugar después de que el pasado día 14 Arraiz reclamara el encuentro para “detener la disputa mediática” entre ambas formaciones nacionalistas.

En días previos, Ortuzar acusó a la izquierda abertzale de estar cambiando “votos por presos” y de “intentar tapar” el fracaso de 50 años de violencia de ETA con el “aparente éxito electoral”.

Sortu recriminó a su vez al PNV su “involución” respecto a los presos de ETA y el que los jeltzales estuvieran “bordeando un límite muy peligroso” al intentar responsabilizar a la izquierda abertzale y a los propios reclusos de su situación penitenciaria.

El acercamiento de posturas tiene también como punto de referencia la visita que los mediadores Jonathan Powell y Martin McGuiness hicieron a Euskadi el pasado día 16 y durante la que se entrevistaron con dirigentes de PNV y Sortu.

Los mediadores se mostraron “convencidos” de que existe “voluntad” de avanzar en el proceso de paz este año antes de las elecciones previstas en 2015.

PNV y Sortu formalizaron sus relaciones en julio del pasado año con una reunión celebrada en San Sebastián con la asistencia también de Ortuzar y Arraiz.

En aquella ocasión, ambos partidos dieron por finalizada la etapa de los “reproches” y se comprometieron a abrir una fase de “relaciones formales”, que parten de “discrepancias múltiples”, pero de un “diagnóstico” común sobre su oposición al modelo de Estado que defienden el PP y el PSOE.