Podemos al PSOE: Nuestros 5 millones de votos no caben en un cheque en blanco

La portavoz adjunta de Unidos Podemos, Irene Montero, anima al PSOE a intentar un acuerdo de gobierno y desechar la idea de hacerlo en solitario, aunque avisa a los socialistas de que deben mirarse “de igual a igual” y de que sus cinco millones de votos “no caben en un cheque en blanco”.

La jefa del gabinete de Pablo Iglesias, que ya formó parte del equipo negociador que la pasada legislatura intentó sin éxito un acuerdo con los socialistas, sostiene en una entrevista con Efe que el PSOE está ante una decisión “histórica” y que un gobierno monocolor con 85 escaños es una opción “imposible”.

PREGUNTA: Un acuerdo de Gobierno PSOE-Podemos necesitaría o bien la abstención de Ciudadanos o el apoyo de los nacionalistas. Ambas opciones parecen poco viables, por ahora. ¿Ve alguna otra posibilidad para salir del bloqueo?

RESPUESTA: Esas opciones son las que siempre han estado encima de la mesa; lo dijimos antes, en campaña y ahora. Está la opción de un gobierno con Mariano Rajoy a la cabeza, en el que el PSOE necesariamente tiene que decidir y abstenerse. Parece que Sánchez ha resistido las presiones de la vieja guardia y de los barones, que creían que era la opción.

Otra, es un gobierno con nosotros y buscar más acuerdos parlamentarios. Pero hasta que haya una firme voluntad del PSOE de llevar a cabo ese proceso, es lógico que el resto de fuerzas no aclaren si les gustaría apoyar ese gobierno.

Y la otra opción son terceras elecciones, pero no es nuestra opción. Si queremos desalojar al PP y a sus políticas, la única forma es que el PSOE y nosotros pactemos, más allá de quien se lleve mejor, de afectos o de buenas y malas relaciones. Si alguien quiere terceras elecciones, debe explicarlo a los ciudadanos.

P: ¿Es posible un gobierno en solitario del PSOE desde un acuerdo con Podemos?

R: Creo que gobernar con 85 diputados es imposible, ni siquiera al PSOE le atrae esa opción porque es muy complicado y estaría condenado al fracaso, ya que tendría dificultades para sacar adelante un programa de gobierno.

Además, los ciudadanos han hablado con rotundidad en las urnas y el PSOE debe ser consciente de que nuestros cinco millones de votos no caben en un cheque en blanco. Por respeto a nuestros votantes no podemos consentir que nuestros cinco millones de votos se puedan reducir a un cheque en blanco. El PSOE sabe que Podemos se mira de igual a igual con él.

P: Parece evidente que hay división en el PSOE. ¿Puede solucionar algo un nuevo Comité Federal?

R: Es un secreto a voces que en el PSOE hay muchas contradicciones entre una vieja guardia que apuesta por una solución restauradora a la crisis del régimen, de modo que PSOE y PP se ponen de acuerdo para retomar el control de las instituciones; y otros sectores, sobre todo las bases, que quieren que el PSOE, en vez de un cierre oligárquico o restaurador junto a partidos tradicionales, forme parte de una salida democrática, popular y cercana a los problemas de la gente. Ése es su dilema, es una decisión histórica, y por eso les cuesta tanto decir claramente qué quieren.

De hecho, en últimos meses han dejado claro sus noes, pero pocas veces han aclarado que 'sí' quieren dar.

P: Tras la conversación el pasado martes entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, ¿han continuado los contactos para avanzar en ese posible 'gobierno de progreso'?

R: Hay contactos habituales; se dan de forma natural para la gestión del trabajo parlamentario o entre jefes de gabinete y entre líderes. En la conversación del martes les dijimos la opción que nos parece viable, y ahora ellos se tienen que decidir.

Pero ya no es relevante si hay llamadas, encuentros, contactos. Lo relevante es si el contenido permite avanzar o no.

P: ¿Existe reflexión interna sobre la posibilidad de adoptar un papel más activo y generar más presión para que Sánchez decida?

R: No me imagino qué papel más activo puede tener Podemos en el proceso que decir desde la campaña y después que nuestra opción de gobierno es ésa, en la que los números dan. Con independencia de si nos gusta más o menos, de si las relaciones son mejores o peores, para desalojar al PP sólo es posible una alianza PSOE-Podemos. El PSOE debe tomar una decisión, y cuando la tome, liderar el proceso de negociación.

P: Si al final se convocan terceras elecciones, ¿cómo las afronta Podemos?

R: No pensamos en terceras elecciones, no está encima de la mesa. Mientras exista una mínima posibilidad de formar gobierno, no nos vamos a situar en ese escenario. Pero si se convocan terceras elecciones, debemos ser responsables con el hecho de que en nuestro país, desde la crisis del régimen, la expresión política más clara de esa crisis es Podemos. Estamos representando a un espacio político y a un montón de gente que no se sentía representada por los partidos tradicionales, pero gracias a Podemos, ahora sí.

P: ¿Cómo pueden influir las elecciones vascas y gallegas en las negociaciones para una investidura o para formar gobierno?

R: Es verdad que en un plano general pueden ser un condicionante para la situación estatal, y hay fuerzas que esperan a esos resultados para cambiar o afianzar su posición en el debate estatal y en la conformación del gobierno.

Pero nosotros vamos a presentar un programa de justicia social y en ambas elecciones tenemos muchas posibilidades de seguir en una posición de liderazgo para discutir las políticas del PP.

P: El CIS apunta a un empeoramiento del PSOE en Galicia y en Euskadi. Si el PP y Podemos salen fortalecidos, ¿eso puede provocar que Sánchez al final doble el brazo a un lado o a otro?

R: Es posible que haya sectores en el PSOE que estén pensando en estas elecciones como argumento para unas decisiones que tienen por delante, pero no creo que sean determinantes porque el PSOE afronta una decisión histórica sobre su papel en el mapa español. Es una decisión que trasciende los resultados electorales. Además, en el caso gallego, quizá tengamos que hablar con los socialistas para desalojar al PP.

Ángel A.Giménez y Sonia López