El acusado de asesinato con estricnina dice que el veneno era para los jabalíes

José Luis Lamela, acusado de asesinar a un vecino de Castro de Escuadro (Maceda) en 2009 con vino envenenado con estricnina, ha declarado hoy ante la Audiencia provincial de Ourense que la mezcla estaba destinada a los jabalíes.

Lamela insistió en su inocencia y que no tramó ningún plan para terminar con la vida del fallecido, Felisindo González, al que tampoco deseaba su muerte.

En diciembre de 2011 fue condenado a 17 años de prisión en un juicio con jurado popular, pero esta primera decisión fue anulada por el Tribunal Supremo y ahora se repite, ante falta de garantías procesales.

El acusado respondió solo a preguntas de su abogado, Juan Carlos González, porque -dijo- tanto el fiscal como la acusación particular “no van a creer lo que diga” sobre lo sucedido el 22 de noviembre de 2009.

Según su versión, aquel domingo, Lamelas habría preparado en una bolsa algo de comer para él y una botella de vino con estricnina para mezclar con pan y dejársela a los jabalíes en el entorno de una finca de su madre, próxima a una propiedad del fallecido.

Agregó que había trasvasado la mezcla a “una botella vieja”, que había tapado bien con un corcho para que no se derramase, pero, antes de llegar a su destino, se detuvo a coger setas y dejó olvidada la bolsa con las provisiones y el vino envenenado en el monte.

Ha negado, en contra de lo manifestado por las acusaciones, que hubiese dejado la bolsa colgada en la puerta de la finca de la víctima.

También ha explicado que la relación que mantenía con Felisindo fue hace 15 años relacionada con negocios en su explotación ganadera, pero, tanto la fiscalía como la acusación particular, han sostenido que, a raíz de esa relación, se desencadenó “enemistad y odio”, en palabras del abogado de la acusación particular, José Ramón de Dios.

Además, José Luis Lamelas “era conocedor de los gustos, costumbres y carácter” de Felisindo, lo que le habría facilitado urdir el plan, aunque la defensa anunció que el informe de un psiquiatra permitirá demostrar que Lamelas “no tienen capacidad cognitiva para elaborar ese plan”, por lo que piden su absolución o, en todo caso, un homicidio por imprudencia.

La acusación, sin embargo, ha abundado en que el acusado preparó la escena con restos de comida para que pareciese que alguien, tal vez un cazador, se había dejado olvidada la bolsa en la puerta, sin levantar así sospechar sobre su contenido, todo encaminado “por y para terminar con la vida de Felisindo”.