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La derecha mediática le intenta marcar el rumbo ideológico al Gobierno

Portada del diario ABC del 12 de septiembre.

Andrés Gil

Mariano Rajoy es impermeable. “Pasa de todo y de todos, y eso molesta mucho a los periodistas y medios supuestamente afines. No existe la connivencia con el presidente que ha habido en otros momentos del PP, como entre Aznar y Pedro J. o Federico”, explica un dirigente, quien califica de “ataque de cuernos” alguna de las críticas que está recibiendo el presidente desde sus propias filas mediáticas, en particular a raíz de la Diada y el órdago independentista.

El día siguiente de la Diada, el 12 de septiembre, ABC mandó un mensaje inconfundible: “El desafío del nacionalismo catalán contra España ha desbordado nuestro marco legal. No caben ya más intentos de buscar compromisos imposibles. Es tiempo de encarar de frente y con la ley en la mano un reto que amenaza nuestro modelo de convivencia y la propia continuidad de España como tal. Hoy asistimos a una sedición en toda regla por parte del Gobierno catalán. Ya no camuflan su meta, se trata de destruir España, una de las naciones más antiguas de Europa. (...) Rajoy no puede seguir inhibiéndose ni dialogando en la sombra con los sediciosos que incumplen la ley. (...)”. Y pedía al Gobierno “un cambio de rumbo y que tome las medidas necesarias para defender la unidad de España, tal y como demandan la mayoría de los españoles”.

“También tenemos el problema de que el Gobierno y el partido están vaciados ideológicamente”, explica otro dirigente del PP: “Es una derecha que no se ha quejado con lo que ha pasado con Bárcenas y ahora se está evidenciando. En el tema catalán se está poniendo de manifiesto algo que estaba tapado, y es qué está pasando con la política en Moncloa y Génova. El discurso oficial es tecnocrático y desde estos medios se abanderan unas ideas que ha ido abandonando el Gobierno”.

Por ejemplo, el editorial de El Mundo de este viernes: “Lo que cualquiera hubiera esperado es que al día siguiente del penúltimo desafío independentista, el Ejecutivo exigiera el respeto de las leyes, garantizara la protección de los derechos de quienes no se manifestaron y denunciara la utilización de los recursos públicos de una Comunidad Autónoma para combatir al Estado. Lejos de todo ello, el ministro [Margallo] ha elogiado el éxito de la convocatoria y propone modificar las leyes para dar más competencias y una financiación privilegiada a Cataluña. Que es tanto como dar la razón a los manifestantes respecto a los agravios que dicen sufrir por parte del resto de España”.

“Vamos a ver a dónde nos lleva todo esto”, comentan desde dentro del PP. “Cuando no hay dirección política se alimentan estas cosas, y siempre hay una segunda derivada personal en todo esto. La falta de liderazgo político les va a estallar”. En este sentido, siempre suenan los nombres de Alberto Ruiz Gallardón, Esperanza Aguirre y José María Aznar (y su FAES) como personas muy influyentes en el partido y entre la militancia y con un perfil político mucho mayor, y que siempre se les espera en la batalla ideológica.

Herman Tertsch, en ABC, este jueves, sobre el ministro Margallo: “No, señor ministro. No ha sido un éxito. El aquelarre separatista ha recibido toda la propaganda de sus organizadores. [Ahora] el Gobierno pretende aun apaciguar al nacionalismo (…). La mayoría sufre ya años de sinsabores y necesidades. No añadan humillación y agravio permanente. Escuchen antes de que levanten la voz”.

Una batalla ideológica que, en el caso de la Diada, no está dando el Gobierno como esperan los suyos: “La respuesta no está siendo como le gustaría a la caverna mediática”, explica un dirigente 'popular': “No se va a echar más leña al fuego. Se piensa que es un problema de Mas y se va a dejar que se cueza solo. Unos y otros quieren meter el hocico. El Mundo, al estilo Rosa Díez, y el ABC, de forma más clásica. Pero Rajoy no va a cambiar nada. Están jodidos porque no les hace caso”. La Razón, dirigida por Francisco Marhuenda, exjefe de Gabinete de Rajoy cuando era ministro de Educación, está optando por respaldar editorialmente la acción de gobierno.

Federico Jiménez Losantos, quien en el pasado tuvo una estrecha relación con José María Aznar y sigue manteniéndola con algunos dirigentes del PP, escribía este viernes en El Mundo: “En Cataluña no hay una mayoría silenciosa, sino una parte aterrada que no comparte las cadenas ni las antorchas del separatismo pero que ve cómo la inmensa máquina totalitaria del separatismo los confina en sus casas y los reduce al silencio, confiada en su impunidad y sabedora de que, al final, con quien habla el Mudito de la Moncloa no es con el falso Martin Luther King sino con el auténtico Ku-Kux-Klan [...]. [La mayoría silenciosa es] la que desearía que la muda mayoría absoluta del PP alzara la voz e hiciera algo en defensa de la España silenciada por el separatismo. La que observa, silenciosamente espantada, cómo toda traición tiene recompensa y toda fidelidad castigo a manos de un Gobierno votado por los ciudadanos para enmendar la herencia de Zapatero, no para prorrogarla”.

Esta connivencia entre algunos medios, periodistas y dirigentes del PP, tanto en el Gobierno como en la oposición, “ha servido para movilizar a las bases”, reflexiona la socióloga y politóloga Belén Barreiro, directora de MyWord: “Pero es muy peligroso porque atrapa al PP como una telaraña. Es una estrategia útil y arriesgada porque el problema no lo puedes solucionar, tienes un monstruo. Ocurre mucho entre el Partido Republicano y los medios conservadores estadounidenses: se trata de ganar votos llegando a los extremos, no centrándote. Son parte del mismo entramado”.

El editorial de ABC, de este viernes, sigue exigiendo una reacción gubernamental: “Asistimos a una entrega por capítulos de un golpe anticonstitucional del nacionalismo catalán, que bien podría llamarse 'golpe de Estado', dado su objetivo separatista. Rebatir esta ofensiva desleal e ilegal con ofertas de ”encaje“ territorial, o con absurdos emplazamientos a Mas para que se avenga a dialogar, es perder el tiempo y abandonar la Constitución y a los catalanes no nacionalistas en medio del asfixiante régimen nacionalista que se ha implantado en Cataluña”.

“Hay movimientos internos”, reconocen desde dentro del PP. “Están Alejo [Vidal-Quadras], Mayor [Oreja], seguramente preparando algo, pero hay que ver el qué, porque puedes derrapar con temas tan sensibles. La derecha puede ser muy gritona con estos asuntos de la bandera o el aborto, pero también dentro de nuestro electorado hay un sector más centrista”.

Editorial de El Mundo del día 12 de septiembre: “La bola de nieve que está creciendo en Cataluña sólo se puede explicar por la dejación de responsabilidades del Gobierno de la nación, que ni con Zapatero ni con Rajoy ha hecho nada para que se cumplan las sentencias de los tribunales ni las leyes en materia de lengua, educación y símbolos, conculcadas sistemáticamente por la Generalitat. Rajoy no debe permitir que se vuelva a repetir lo que sucedió ayer en Cataluña, que supone un desafío a la legalidad y una ofensa a todos los españoles”.

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