El orden del día en el Congreso vuelve a situar al PP ante su gestión de la corrupción
Al regresar de su gira por Brasil y Uruguay, adonde viajó en pleno escándalo de la Operación Lezo, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, evitó pararse ante los micrófonos de los periodistas a la salida de la sesión del gobierno en el Congreso. “No, por favor es que es todos los días”, dijo, sabiendo lo que le venía encima. La corrupción, y sobre todo la gestión que ha hecho del caso Lezo desde los ministerios de Justicia e Interior y la Fiscalía General del Estado, mantiene atenazado al Gobierno en un momento en que el PP soñaba con hacer despegar la legislatura tras la aprobación de los presupuestos gracias al apoyo del PNV, Ciudadanos y Coalición Canaria.
Los escándalos inundan las portadas de los medios de comunicación y también monopolizaron el último Pleno en el Congreso de los Diputados. La oposición sabe que es el flanco más débil que tiene el PP y volverán a atacar por ahí esta semana en la Cámara Baja. El Gobierno deberá responder a siete preguntas sobre los sumarios Gürtel, Lezo y Mercasa.
El PSOE plantea además una interpelación urgente sobre “las responsabilidades políticas que piensa asumir el Ministro de Justicia como consecuencia de las maniobras que se han producido en el seno del Ministerio Fiscal dirigidas a obstaculizar determinadas causas judiciales contra la corrupción y de las propias actuaciones del Ministro [Rafael Catalá] en relación con estas causas”. Su portavoz parlamentario, Antonio Hernando, inquiere al Ejecutivo sobre si “considera suficiente la reacción del Gobierno ante los casos de corrupción que se han conocido recientemente”.
La portavoz parlamentaria de Unidos Podemos, Irene Montero, plantea “qué labores va a hacer la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, de apoyo al presidente en relación a su comparecencia del caso Gürtel”, una semana después de que se conociese que Rajoy ha pedido declarar a través del plasma en la Audiencia Nacional.
Desde el mismo grupo, Íñigo Errejón preguntará al ministerio del Interior por un tercer escándalo: “¿Es compatible la imputación de Concepción Dancausa con su actividad como Delegada del Gobierno de la Comunidad de Madrid?”
La batería de iniciativas del PSOE incluye otras tres preguntas parlamentarias dirigidas a los departamentos de Justicia e Interior, los más chamuscados por sus decisiones y reuniones indiscretas en el caso Lezo, que mantiene en prisión a Ignacio González y parte de su clan familiar y personas de confianza en el Canal de Isabel II: ¿Considera el Ministro de Justicia que está asumiendo adecuadamente sus responsabilidades al frente del Ministerio? ¿Cuándo van a cesar las injerencias del Gobierno en el trabajo de los fiscales que luchan contra la corrupción? ¿Cómo justifica el mantenimiento en su cargo del Secretario de Estado de Seguridad?
Los temores del presidente, expresados en voz alta ante la prensa la semana que viene se cumplirán de nuevo en el Congreso: la corrupción es un fantasma que siempre vuelve. Y la oposición hace todo lo posible por recordárselo con sus iniciativas parlamentarias.
