Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

El rumbo de los coches autónomos de Google

Los coches autónomos de Google están equipados con multitud de sensores para evitar los accidentes

Pablo G. Bejerano

El director de producto de Google para el área de vehículos autónomos ha hecho unas declaraciones recientemente que apuntan a la cercanía de los coches autopilotados. “No os puedo decir que podréis tener un coche de Google en vuestro garaje el próximo año. Esperamos lanzar la tecnología en los próximos cinco años. La forma en que la lanzaremos aún está por determinar”, comentó Anthony Levandowski.

El directivo no ha aclarado si se tratará de un coche marca Google o si la tecnología estará presente en otra forma comercial, pero ha marcado un plazo públicamente que sirve de referencia. El lanzamiento de este tipo de vehículos no sólo se ve retrasado por la puesta a punto de sus estructuras y sistemas. Los aspectos legales también tienen que encajarse.

La regulación de estos vehículos aún está dando sus primeros pasos. Los legisladores se encuentran ante la tesitura de establecer estándares de rendimiento, que sean objetivos y que puedan probar la seguridad de los coches.

Tecnología futurista para el mundo del motor

El gigante de Internet se colocó como una de las empresas pioneras en la construcción de coches autopilotados cuando sus primeros modelos se divulgaron ampliamente en octubre de 2010. Se trataba de seis Toyota Prius y un Audi TT, adaptados con la tecnología de Google para poder realizar una conducción autónoma.

Los vehículos recorrieron 1.000 millas (unos 1.600 kilómetros) sin intervención humana y 140.000 millas (unos 225.300 kilómetros) con alguna ayuda puntual por parte del conductor que los supervisaba. Los coches eran capaces de seguir un itinerario y sortear o detenerse ante los obstáculos que se encontrara en su camino, como por ejemplo una acumulación de tráfico.

El funcionamiento del sistema se basa en dos procesos: recogida de información y análisis para después tomar decisiones. Para ello los coches están equipados con multitud de sensores, que indican la cercanía de los objetos. Además, la localización por GPS señala al vehículo dónde se encuentra, con lo que puede conocer cuáles son los límites de velocidad de la vía por la que circula, gracias a una gran base de datos.

El tráfico a tiempo real también es información a la que tienen acceso estos vehículos, que disponen de dos estilos de conducción. Uno de ellos es más cauto y en una situación de duda cedería el paso a otros coches, mientras que el segundo es más agresivo y está programado para salir primero.

Un proyecto de largo recorrido

Los orígenes de los coches autónomos de Google se remontan al año 2005, cuando el director del laboratorio de inteligencia artificial de la Universidad de Stanford, Sebastian Thurn, y un equipo de investigadores diseñaron un vehículo robótico, bautizado como Stanley. Ganaron la segunda edición de la carrera de coches autónomos Grand Challenge, patrocinada por la Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa (DARPA) de Estados Unidos.

Google encargó a Thrun, que fue cofundador de Street View, y a un equipo de ingenieros recabados del proyecto Stanley la construcción de un coche autónomo. Este proyecto estaría listo para mostrarse al público cinco años más tarde, en octubre de 2010. Por el momento y desde esa fecha, los vehículos sólo han sido noticia por cuestiones circunstanciales.

En diciembre de 2011 Google recibió en Estados Unidos la patente por la tecnología que daba autonomía a los vehículos, concretamente la que permite a éstos saber cuándo tomar el control, dónde están situados y qué dirección seguir. Hace unos meses, en agosto de 2012, la compañía anunció que sus coches habían conducido 300.000 millas (482.800 kilómetros) sin un solo accidente.

Si bien, los coches de Google no han estado exentos de accidentes, como reveló Jalopnik, que mostró una fotografía en la que se veía uno de los vehículos después de haber tenido un golpe. El choque no fue grave y la compañía afirmó después que el automóvil no estaba en modo de conducción automática sino que era dirigido por un humano.

En todo caso la seguridad es una de las principales preocupaciones a la hora de legislar sobre la utilización de estos vehículos. Google ha ejercido de lobby para la aprobación de leyes que permitan utilizar sus coches en las calles. Concretamente lo hizo en el estado de Nevada, donde en mayo de 2012 obtuvo la licencia necesaria para sacar su creación a las carreteras.

El empuje que Google está dando a la legislación también se comprobó cuando, meses después, el gobernador del estado de California firmó un proyecto de ley con vistas a regularizar los vehículos autónomos. Lo hizo en las oficinas de la compañía. A pesar de estos avances aún queda tiempo para que la tecnología esté disponible comercialmente.

Imagen: Wikipedia

Etiquetas
stats