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Circunloquios y preguntas sin respuesta en la comisión parlamentaria del accidente

RENFE afirma que el accidente de Santiago no es un fallo del sistema de alta velocidad

Antonio Ruiz del Árbol

Cinco horas ha durado la comparecencia de los presidentes de Adif y de Renfe ante la comisión de Fomento de las Cortes para informar sobre las causas del accidente ferroviario en las cercanías de Santiago de Compostela el 24 de julio. La rigidez de la fórmula parlamentaria se ha aliado una vez más con los interpelados. Solo durante la hora escasa que han durado las intervenciones de los grupos minoritarios se han reproducido entre las paredes del sede parlamentaria alguno de los interrogantes que desde hace dos semanas replican por todos los rincones de España.

En la primera intervención, el presidente de Adif, Gonzalo Ferré, hizo una exposición cuajada de lugares comunes. Como único pasaje reseñable, la advertencia velada al grupo socialista para que se mantuviera en el pacto de ‘no agresión’ que, de manera tácita o explícita, han suscrito los partidos cuyos Gobiernos han tenido responsabilidad directa en la construcción y gestión de la línea entre Orense y Santiago. Ferré recordó que el tramo estaba inicialmente planificado para ser ejecutado en su totalidad en ancho internacional, el correspondiente a las vías AVE, y para ser equipado con el sistema de seguridad ERTMS.

Sin embargo, en junio de 2010 se decidió cambiar el proyecto, siendo el titular del Ministerio de Fomento el socialista José Blanco. “Ello también afectó al sistema de señalización, lo que supuso cambiar la implantación de ERTMS por ASFA” en la última parte del trazado de la línea.

Posteriormente, ninguna respuesta precisa sobre las balizas no instaladas, sobre la incompatibilidad entre ERTMS y el equipo embarcado en el tren Alvia, ni una mención a la operatividad de este sistema de protección en el resto de las líneas del AVE.

El presidente de Renfe, Julio Gómez Pomar, inundó de datos su interminable intervención inicial. Desde el número exacto de veces que el tren siniestrado y sus compañeros de serie habían pasado por el punto del accidente sin descarrilar, hasta la cuantía de la factura pagada por Renfe por la puesta a disposición de un servicio de taxis para transportar a los familiares de las víctimas y los heridos.

Lo más próximo que se arrimó al tema espinoso de la idoneidad del equipamiento en tren y vía fue para tirar balones fuera: “Los sistemas de seguridad no los deciden los presidentes de Adif ni de Renfe, sino un grupo de profesionales” afirmó.

Los grupos minoritarios

Solo cuando llegó el turno de los grupos minoritarios las preguntas que se hacen en la calle lograron penetrar brevemente en los impermeables muros del Congreso.

Rosana Pérez, del BNG, en representación del Grupo Mixto, pregunta: “¿Por qué no estaba operativo el sistema ERTMS en ese tramo? ¿Cómo tenemos que considerar que no esté operativo? ¿Cómo una temeridad?”.

El diputado de UPyD, Carlos Martinez Gorriarán, después declararse “desconcertado” por los circunloquios de los presidentes de Adif y Renfe asegura: “Continúo sin saber si había señales en la zona y dónde estaban”, “¿El maquinista no sabía que estaba en esa zona porque se despista o porque le falta información?”, para concluir; “creo que aquí ha responsabilidades políticas y muy serias”.

Por Izquierda Plural pregunta la diputada Ascensión de las Heras: “¿Por qué sabiendo que no estaba operativo el sistema de seguridad ERTMS en la zona no se pusieron las balizas que permitiesen operar al sistema ASFA digital?”,

Pere Macías de CIU insiste en la cuestión: “Me gustaría conocer si el sistema ASFA es digital o analógico en el tramo del accidente, puesto que las prestaciones son muy diferentes”. Si hubiera sido digital, al no atender el maquinista a la obligación de reducir la velocidad, el tren se hubiera detenido automáticamente, asegura.

Intervención del PSOE

Rafael Simancas por el grupo socialista, encajaba la advertencia lanzada por Gonzalo Ferré cuando aseguró que “el sistema de señalización no lo deciden los presidentes de Renfe o Adif” y añade otro cargo a esta lista de ‘no responsables’ (no confundir con irresponsables): “La seguridad tampoco la deciden los ministros” en evidente referencia al socialista José Blanco.

Después Simancas gasta su turno es defender la decisión (tomada igualmente por Blanco) de transformar en “híbridos” a las unidades del tren Alvia, entre los que se encontraba el siniestrado. También reclama un nuevo órgano institucional para la investigación de accidentes ferroviarios, similar al que existe para la seguridad aérea.

Concluidas las intervenciones de los grupos parlamentarios con la del ponente Popular, el presidente de Adif despacha su respuesta en tres minutos y afirma que la instalación de la baliza que hubiera detenido poco antes del punto del siniestro no se instaló porque “no lo exigía el reglamento general” y que tras el accidente se ha reforzado el sistema de seguridad por que ahora los “límites de velocidad”, que se han rebajado a 30 por hora, “si son permanentes”.

El presidente de Renfe fue algo más generoso con sus interpelantes y les dedicó cinco minutos de respuesta. “El sistema ASFA es seguro” aseguró, tras recordar como reiteradamente hicieron todos los presentes, a las 79 víctimas se supone que de un despiste. Fin de la sesión.

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