Las rebajas fiscales de CC y PP pinchan en hueso con las herencias: se estancan en 2024 pese a estar bonificadas al 99,9%
La bonificación del impuesto de sucesiones y donaciones en Canarias no solo ha provocado un agujero de al menos 36 millones de euros anuales en las arcas públicas, sino que tampoco ha cumplido con uno de sus principales objetivos: aflorar la declaración de herencias en el Archipiélago, más estancada que antes de la rebaja fiscal.
Según datos publicados por el propio Gobierno regional, conformado por Coalición Canaria (CC) y Partido Popular (PP), las autoliquidaciones mortis causa (herencias) pasaron de 33.761 en 2022 (aún sin bonificación), a 35.411 en 2023 (la rebaja fiscal fue aprobada en septiembre de ese año) y finalmente 35.487 en 2024.
Las cifras muestran, por tanto, que las declaraciones de herencias aumentaron en 1.650 de 2022 a 2023. Pero, con la bonificación ya aprobada, solo hubo 76 más en 2024 en comparación con el año anterior.
Los valores han sido aportados en una respuesta por escrito del Ejecutivo regional a preguntas del diputado popular Fernando Enseñat, que había preguntado sobre los resultados de bonificar al 99,9% el impuesto de sucesiones y donaciones en las Islas, la primera medida tomada por la Administración liderada por Fernando Clavijo (CC).
Este impuesto es uno de los tributos cedidos por el Estado a las comunidades, cuya gestión entre las autonomías gestionadas por el PP suele tener como denominador común la bonificación casi total del gravamen, dejando de recaudar millones de euros para sufragar servicios públicos.
De hecho, hasta mayo de 2025, Canarias había ingresado solo 16,6 millones de euros a través de este impuesto, la cifra más baja desde el primer año de la pandemia de coronavirus (7,9 millones) y la segunda peor desde que el Instituto Canario de Estadística (ISTAC) recopila esta información.
La tendencia sugiere que el Archipiélago recaudará este año poco más de 30 millones de euros con el mencionado tributo pese a que debería ingresar alrededor de 135 millones de euros, según una estimación de la recaudación normativa elaborada por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA).
Que las Islas iban a sufrir una merma económica al respecto no sorprende a nadie. De acuerdo con otro informe de FEDEA, el Archipiélago ha perdido más de 350 millones de euros por las rebajas en el impuesto de sucesiones y donaciones desde 2002 hasta 2022. En España, el cálculo asciende a 20.000 millones en total, más de 2.000 millones al año en los últimos cursos.
Lo que sí resulta llamativo es que la previsión de CC y PP de que la modificación haría aflorar hechos imponibles (herencias y sucesiones) que “anteriormente no eran objeto de declaración” no se sostiene, al menos en lo que respecta a las herencias. Más allá del dato de las autoliquidaciones, las transmisiones del título de propiedad sobre viviendas también se han frenado: fueron 5.456 en 2022, 5.745 en 2023 y 5.824 en 204. Es decir, sin rebaja fiscal aumentaron en 1.650 de 2022 a 2023, mientras que con ella solo hubo 97 más de 2023 a 2024.
La información coincide, además, con la progresiva renuncia de herencias en Canarias, en máximos históricos desde hace años. Solo en 2024, el dato ascendió a 2.123, el segundo más alto desde que hay cifras (el valor más elevado fue en 2022, con 2.230 renuncias). La bonificación no está impulsando las declaraciones de herencias en las Islas. Y tampoco rebajando el grado de renuncia de quienes optan a ellas.
La diputada de Nueva Canarias-Bloque Canarista (NC-BC) Esther González cree que estos datos confirman que la práctica eliminación del impuesto de sucesiones y donaciones “fue un regalo para los más ricos” y que ha quedado “claro” que la medida no ha enfriado la sangría de las renuncias, “una de las razones por las que el Gabinete de Clavijo determinó la necesidad” de esa bonificación, dijo González hace meses.
“Lo advertimos desde el primer día, esta medida no tenía nada que ver con aliviar la situación de las familias canarias, y todo que ver con regalar beneficios fiscales a quienes más tienen”, agregó. “Hoy los datos lo confirman, que se suprimió el impuesto y las renuncias a herencias no han bajado, sino que han subido”.
El Consejo General del Notariado (CGN) ha explicado en reiteradas ocasiones que el problema de fondo no es el tributo, sino el elevado coste económico y burocrático de las herencias, que en algunos casos suelen aterrizar con deudas bajo el brazo, muchas veces inasumibles para los legatarios. También puede haber renuncias por inmuebles deteriorados o cargas fiscales asociadas.
La supresión fiscal fue “un regalo para una minoría rica, no una solución” para la mayoría de las familias canarias, censuró González.
El Gobierno canario, por otro lado, ha detallado que el importe medio de los bienes y derechos declarados (base imponible) en las transmisiones mortis causa ascendió a 66.700 euros en 2024, un valor superior en comparación con 2023 (65.400 euros) y 2022 (57.450 euros). En las autoliquidaciones inter vivos (donaciones), también ha habido un incremento considerable: el promedio el año pasado fue de 70.000 euros, en 2023 de 56.806 euros y en 2022 de 48.900 euros.
El Ejecutivo autonómico, aun así, cree que estos montos medios tienen como origen “rentas del trabajo” y no ha apreciado una “diferencia significativa (…) en el sentido de que tal medida tributaria esté favoreciendo a grandes tenedores”. También considera que la bonificación “parece haber devenido en el incremento del número de autoliquidaciones presentadas”, sobre todo el de las donaciones: el año pasado hubo 13.865, 1.782 más que en 2023 (12.083), que también registró 1.146 más que en 2022 (10.937).
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