Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Los whatsapps que guardaba Pradas como última bala implican de lleno a Mazón
La polarización revienta el espíritu de la Constitución en su 47º aniversario
OPINIÓN | 'Aquella gesta de TVE en Euskadi', por Rosa María Artal

Las historias “de éxito” de Ndaye, Taha, Souffiane y Youssef: menores migrantes que se labran un futuro en Navarra

Ndaye, Taha, Souffiane y Youssef, este martes en el Gobierno de Navarra.

Rodrigo Saiz

Pamplona —
11 de noviembre de 2025 21:47 h

1

Mientras los discursos de la derecha y de la extrema derecha tratan de deshumanizarlos y vincularlos a la delincuencia, como hizo este mismo verano el alcalde de UPN de Valtierra, cuatro menores migrantes no acompañados que residen en Navarra han querido dar el paso este martes de contar sus historias y sus proyectos de futuro. Ndaye, Taha, Souffiane y Youssef han puesto cara, nombre y apellidos al testimonio de otros muchos jóvenes que son atendidos por el sistema de protección a menores del Gobierno de Navarra y que estudian y trabajan para labrarse un futuro en la comunidad foral.

Es el caso de Yousseff Rahou, natural de Marrakech (Marruecos) y que tiene 18 años. Llegó a Navarra en julio de 2024 tras un largo viaje que le llevó por Toulouse, Portugal y Bilbao hasta recalar en el Centro de Observación y Acogida (COA) de Marcilla, donde permaneció hasta el pasado mes de diciembre, cuando fue trasladado a un piso de autonomía, otro de los recursos de los que dispone el Ejecutivo foral y con el que se busca crear un espacio lo más parecido a un hogar para facilitar la integración de los jóvenes en la sociedad. Estudia un grado básico de Formación Profesional Básica en Carpintería y actualmente está realizando las prácticas de trabajo. En mente tiene ya estudiar un grado medio en soldadura porque ya trabajó de ello en una empresa familiar. Asegura estar muy “a gusto” en la comunidad foral y agradece que se le haya dado la oportunidad de estudiar y trabajar. Presume además de que su familia, con la que habla por teléfono a diario, “está muy orgullosa” de que lo que está consiguiendo.

El suyo es un relato que desmonta los prejuicios y mensajes racistas que muchas veces reciben los menores migrantes por una parte de la sociedad e incluso de partidos políticos y cargos públicos. “Estamos asistiendo a una peligrosa escalada de mensajes xenófobos que parten de una ultraderecha en los que solo relacionan a estos jóvenes con delincuencia y conflictividad, a través de una retórica y una estrategia xenófoba y racista”, ha lamentado la consejera de Derechos Sociales, Mari Carmen Maeztu. “No debemos permitir que sea eso lo que único que trascienda a la sociedad. Es por eso que queremos dar a conocer las historias reales de algunos chicos y chicas que representan a la gran mayoría y que son historias de éxito que nos permiten asegurar que el sistema funciona, que es útil y que nos está permitiendo impulsar itinerarios que en la gran mayoría de los casos acaban en inclusión social, laboral y proyectos de vida autónoma”, ha añadido.

En la comunidad foral existe una red de atención a menores en situación de desprotección de más de 40 centros, entre residenciales y viviendas, en los que son atendidos. Allí se les evalúa y en función de sus necesidades se les destina a un recurso u otro. Se les pregunta por su proyecto de vida y se les ayuda en el aprendizaje del castellano y en su formación. Se busca, ha explicado Inés Francés, la directora gerente de la Agencia Navarra para la Autonomía y Desarrollo de las Personas, formarlos en puestos que las empresas tienen dificultad para encontrar personal y facilitar así su empleabilidad. En el caso de Taha Fatah, de 17 años y que llegó este pasado mes de julio al COA de Pamplona. Tras unos meses con clases de español, empezará la semana 4º de la ESO con la vista puesta ya en estudiar una Formación Profesional.

Pero no solo se busca un futuro profesional para ellos, sino una vida completa en un entorno comunitario. Por ello, y en colaboración con la Universidad Pública de Navarra y distintos clubes, se les introduce también en actividades deportivas. En el caso de Taha, juega al fútbol en un equipo de Pamplona, lo que también facilita su integración.

Comparte también esa afición por el fútbol Souffiane Elarch, de 17 años y también de origen marroquí. Tras un “viaje largo”, entró en el sistema de protección de menores con 15 años. Terminó la ESO y se matriculó en un ciclo de electromecánica, que sigue cursando. Pese a que reconoce que le está resultando difícil, asegura que quiere seguir estudiando y hacer un grado superior para poder encontrar un trabajo y quedarse en Navarra.

También quiere quedarse en la comunidad foral Ndaye Seck, una joven de 18 años natural de Senegal. Llegó a Canarias en 2023 tras un viaje de ocho días en patera. En julio de 2024 fue trasladada, junto con otras cuatro adolescentes al COA de Marcilla y desde principios del 2025 vive en un piso de autonomía. Estudia un grado básico de cocina y sueña con poder trabajar de ello en un futuro próximo para “poder ayudar” a su familia. Ha contado que tiene familia en Zaragoza y Barcelona, pero que le “gusta” Pamplona y prefiere quedarse a vivir y trabajar en la capital navarra.

Las suyas son las historias de cuatro de los menores migrantes bajo protección del Gobierno de Navarra. Según los datos de la última memoria, 2024 hubo un incremento de un 21% de menores en situación de guarda o bajo la tutela del Gobierno foral. A 31 de diciembre de 2024, se encontraban bajo la tutela del Ejecutivo foral 625 chicos y chicas, de los que 163 eran menores no acompañados, el 26% del total. 

Además, el Gobierno atiende a más de 300 jóvenes que siguen en formación en programas de autonomía al cumplir la mayoría de edad y pueden permanecer hasta los 21 años.

A lo largo de 2025 se han abierto más de 100 nuevas plazas en diferentes tipos de recursos, así como 34 nuevas plazas de acompañamiento en medio abierto para aquellos chicos y chicas en proceso de emancipación. Además, se han abierto dos nuevos centros de observación y acogida para menores migrantes y uno para niños y niñas menores de 14 años. Así, el sistema ha pasado de tener 197 plazas en 2015 a tener 546 en la actualidad y el presupuesto se ha duplicado en los últimos años. Ha pasado de 25 millones en 2019 a 50 millones destinados a políticas de infancia en 2025. Para 2026, el proyecto de presupuestos asciende a 66 millones.

Etiquetas
stats