El poder subversivo del amor
El libro que huele a nuevo hoy es el poemario Alma Venus, de Pere Gimferrer. Un volumen de 1.500 versos, dividido en dos partes, en los que están garantizadas las referencias al cine, la literatura, la pintura, además de cuestiones políticas y sociales de la actualidad. Al menos, eso se ha desprendido de la charla que ha mantenido con un grupo de periodistas en Barcelona: alusiones constantes a los temas más tratados en su trayectoria literaria, poemas vinculados a contenidos actuales y una pequeña parte relacionada con el amor. En este sentido, el escritor y académico catalán ha señalado que este libro está atravesado por la idea de que “la poesía es liberadora, más allá del papel del erotismo, por el uso que hace del lenguaje”.
Al parecer, el punto que más ha llamado la atención de los periodistas presentes ha sido el hecho de que merodeen por su poesía temas sociales y políticos de los tiempos que corren, pero Gimferrer no ha tardado en aclarar que no se trata de algo nuevo en su obra, ya que la guerra de Vietnam, el Che Guevara o la guerra de Irak también se colaron en sus versos con anterioridad. Una vez abierto el melón de la más carnosa actualidad, le han preguntado por Europa, a lo que ha contestado que nunca ha creído en la idea de la Unión Europea, pero sí en una realidad histórica y cultural europea. “El principal reproche que yo le hago a Europa es que se ha constituido a partir de mandatarios elegidos de una forma reversible y temporal, que aspiraban a una cosa irreversible e intemporal”, ha señalado el poeta.
Este nuevo libro, cuyo título nace de la poesía clásica latina, y que ya aparece en Virgilio, reclama el poder subversivo del amor con versos colmados de ritmo e imágenes. Ha procurado que cada verso aproxime al lector a una experiencia sensorial, que vaya más allá de la mera comprensión.
Como fin de fiestas, ha concluido su encuentro con los periodistas con una buena noticia y otra mala. La primera es que el año que viene volverá a publicar otro libro de poemas inédito en catalán. La segunda, que habrá que seguir esperando para poder leer su libro de memorias. Asegura no tener “ni espacio ni tiempo material para eso”.
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