Cuentos y desengaños
¿Qué tienen en común Kafka y Bécquer? Lorenzo Silva dispone de la clave. El flamante premio Planeta 2012 deja a un lado la novela policíaca y recopila veintiún relatos cortos escritos a finales de los años ochenta. Como es de esperar, no se siente especialmente identificado con aquel tipo de escritura que él mismo desarrolló hace veinte años (¿quién lo haría después de tanto tiempo?); de todas formas, ha creído oportuno mantener los cuentos casi intactos para conservar su valor, que lo tienen, ya veremos.
Para titular el conjunto, Silva se inspiró en un hombre encargado de destruir las cartas que los niños enviaban a los Reyes Magos, y así tenemos El hombre que destruía las ilusiones de los niños, un título que despierta la curiosidad y casi el interés malsano.
Silva ha querido recuperar ahora estas narraciones al considerar que su hilo conductor está hoy más que vigente, pues se trata del encuentro amargo entre las ilusiones que nos alimentan y la realidad con la que chocan. Vamos, que no sólo de ilusiones vive el hombre, pero porque no puede, claro. Entre eso, que a todos nos pasa, y que España vive un estado de “conciencia colectiva”, según dice, muy acorde con la temática del libro, Lorenzo Silva ha visto el momento y el lugar oportunos para publicar.
Al menos no todo es negatividad para nosotros y un probable nuevo éxito para Silva. En el fondo late una esperanza: que esa conciencia colectiva sirva para algo más.
Con este libro Lorenzo Silva mostrará una facetasdesconocida hasta ahora para el gran público y rinde homenaje -no se nos olvidaba- a Kafka y Bécquer, que él reconoce aquí como influencias innegables y maestros de la escritura. Habrá que ver por qué.
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