El privilegio de ser abucheada
El pasado 3 de diciembre Cecilia Bartoli sufrió una pitada y abucheo en La Scala. Parece que estaba organizada, porque, tras el intermedio, los gritos comenzaron nada más sonar los primeros compases. Daniel Barenboim interrumpió la música para exigir silencio. Al final, Bartoli se señaló la garganta, indicando que no cantaba en falsete, y arrancó una gran ovación en el último aria.
Lo que resulta novedoso y muy de agradecer es la reacción de la mezzosoprano, que le ha quitado importancia al asunto y se lo ha tomado a broma: “Es un honor. Ya estoy en la misma nómina que Callas o Caballé”, ha declarado en una entrevista a la Agencia Efe. Y ha añadido: “Fue muy 'divertente'. Eso le pasó no hace mucho a Carlos Kleiber, pero es que han abucheado a Caballé, a Callas, a Abbado, a Mutti... Es un absoluto privilegio estar en la misma nómina”.
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